
1972. Paquito Fernández Ochoa unos instantes antes de alcanzar la gloria en Sapporo.
Si hay algo en lo que nos ponemos de acuerdo todos los españoles, algo que nos mantiene unidos vengamos de donde vengamos o votemos a quien votemos, eso es nuestros deportistas de élite: todos celebramos al unísono el triunfo de la Selección Española en un mundial, el último Grand Slam que gana Nadal o un podio de Fernando Alonso. Hay que reconocerlo y no es chauvinismo, España tiene un buen ramillete de mitos del deporte que ya quisieran en Marvel para su colección de héroes.
Hay algo más que trasciende la simple admiración hacia el mitificado deportista profesional que aparece en el póster. Cuando nos preguntamos por qué está ahí en lugar de en un reality de disfraces, imaginamos un peregrinaje cargado de un esfuerzo físico enorme, así como toda clase de privaciones en pro de una meta, además de una concentración y determinación extraordinarias. Definitivamente, para ser el número uno hay que estar hecho de otra pasta.
En tiempos de academicismo ramplón se agradecen las verdades sencillas, los mensajes que desde su «panteón» nos lanzan nuestros deportistas y no nos vamos a engañar, son directos, sabios, primitivos, austeros: citas estoicas. Nada de florituras ni fórmulas fáciles; la superación personal a través del esfuerzo constante para lograr el éxito es la única clave, porque la adversidad y la derrota siempre están presentes, al acecho, y es que nadie dijo que esto fuera fácil.
Así son algunos de los deportistas españoles más laureados y queridos, nuestra joya de la corona deportiva. Ejemplos de superación y modelos a imitar. Atletas con una capacidad de resiliencia y motivación estratosférica.
Bravo por nuestros héroes.
RAFA NADAL
“Cuando quieres algo con mucha intensidad, ningún sacrificio es demasiado grande”.
Nadal no necesita presentación. Sus 22 títulos de Grand Slam y el hecho de que sea el mejor tenista en tierra batida lo convierten en uno de los mejores tenistas de todos los tiempos. Nadie como él representa mejor la máxima “sin sufrimiento, no hay felicidad” y es que éste ciclón del tenis es motivación en estado puro, pero también es un hombre terrenal, humilde y cercano.
El rey de la «tierra batida» y miembro del llamado Big Three, ese trío de ases junto con Roger Federer y Novak Djokovic, también está muy implicado en causas benéficas y filantrópicas a través de la Fundación Rafa Nadal . Durante la pandemia, creó junto a Pau Gasol la campaña #NuestraMejorVictoria, invitando a los deportistas españoles a donar dinero. Llegaron a recaudar más de 14 millones de euros.
La palabra resiliencia parece haber sido inventada para él, ya que siempre ha sabido sobreponerse a toda clase de adversidades. Ni las lesiones ni las derrotas han sido una excusa para perder la ilusión por la competición.
«Me he esforzado durante toda mi vida para conseguir el máximo posible y mi carrera es infinitamente más de lo que yo hubiera podido soñar jamás».
SEVE BALLESTEROS
La llegada de Severiano al green en 1974 supuso un golpe de aire fresco y una revolución desenfadada que situó al golfista Cántabro a la cabeza del deporte mundial: era vital, enérgico y campechano.
Su forma de jugar, valiente y creativa, no pasaba desapercibida, sorprendiendo a las multitudes que no perdían detalle de sus golpes. Sus triunfos en la Ryder Cup y en varios Majors le posicinaron como uno de los mejores golfistas de la historia, pero también tuvo otro mérito, supo democratizar el golf haciéndolo accesible para todos los públicos. En este vídeo le escuchamos decir que el talento si no está acompañado de mucho trabajo no sirve de nada.
MIREIA BELMONTE
Mireia Belmonte es la mejor nadadora española de la historia y una de nuestras mejores deportistas, atesorando 4 de las 8 medallas que la natación española ha conseguido en los Juegos Olímpicos. Comenzó a nadar por prescripción facultativa, para aliviar una dolencia en la espalda. A partir de ahí, su disciplina y mentalidad de mejora continua la hicieron subir podios como la marea.
Mireia es una perfeccionista nata y una apasionada de la competición, como dejó claro al declarar: “competir me gusta más que nadar. Si sólo entrenas es muy aburrido. Nadas para preparar una competición específica cada año, y ese es el momento más importante. Ahí está la adrenalina. Lo hago porque me gusta ser la mejor en todo lo que hago. Ya puestos, quiero hacerlo todo perfectamente”.
PAQUITO FERNÁNDEZ OCHOA
Al igual que hiciera Seve con el golf, Paquito (1950-2006) posicionó el esquí español en la órbita internacional cuando en 1972 ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Invierno en 1972. Es hasta la fecha el único español que lo ha logrado, y lo hizo con la alegría y la pasión de un joven de 22 años que sin apenas medios técnicos, quería comerse el mundo.
La localidad madrileña de Cercedilla vió crecer al esquiador, y podemos decir que no se entiende una parte sin la otra y viceversa. En su honor, el pueblo estableció el Museo del Esquí Francisco Fernández Ochoa.
PAU GASOL
A Pau Gasol el baloncesto le venía de familia y en su familia continuó: sus padres jugaban al baloncesto y sus hermanos Marc y Adriá tampoco abandonaron la tradición familiar.
Con una talla 50 de zapatillas y 2,15 metros de altura, puede presumir a sus 45 años de haber disputado 18 temporadas en la NBA con Los Ángeles Lakers y 3 en el Barcelona. Está claramente considerado como el mejor jugador español de todos los tiempos.
Gasol no es sólo un grande del deporte, también es embajador de Unicef y ha luchado contra la desnutrición infantil en diferentes campañas. Actualmente apoya la lucha contra la obesidad infantil a través de la Gasol Foundation que creó junto a su hermano Marc.
ANGEL NIETO
Sin duda fué un auténtico mito de la velocidad en la época dorada de las carreras (década de 1970), y el impulsor de toda una geneación de jóvenes pilotos españoles.
Ángel Nieto (1947-2017) persiguió su sueño hasta que se hizo realidad. Nació en Zamora pero se trasladó a Madrid cuando tenía 1 año; su objetivo era Barcelona, donde estaba concentrada la industria del motociclismo. Una vez allí empezó a trabajar como mecánico hasta que le tomaron en serio y entró en el departamento de competición como aprendiz. A partir de ahí, comenzó a escribir la historia del motociclismo español.
Fué un piloto astuto y salvaje, una especie de rockstar de las 2 ruedas, pero también supo ser sensato y cauteloso, cualidades obtenidas desde la experiencia.
«No he tenido mucha suerte con el 1 y el 3, me caí en Benidorm y me hice mucho daño ese día, por eso tengo miedo a ese número, prefiero el 12 + 1».
El piloto pronunciaba estas palabras después del accidente que sufrió el 13 de noviembre de 1977. Desde aquel día, Ángel Nieto se convirtió en el supersticioso más épico del deporte español. Su aversión al número 13 (triscaidecafobia), le llevaba a decir que había sido 12+1 veces campeón del mundo.
EDURNE PASABAN
Dice ella que la montaña no entiende de género y lo ha demostrado al más alto nivel. Para Edurne Pasaban, primera mujer en el mundo en ascender las 14 montañas más altas de la tierra (los 14 ochomiles), cada una de ellas ha significado un capítulo en el libro de su vida. Las cimas más altas son los retos que elegimos porque queremos elegirlos -reconoce ella- porque están ahí para superarlos, a pesar de las dificultades extremas que conllevan: Edurne sufrió la amputación en los dedos del pié durante el descenso del K2 (conocida por devolver al campamento base 3 de cada 4 alpinistas que la desafían) y una depresión en 2006 que la mantuvo 4 meses ingresada en un hospital y lejos de la montaña.
En su mochila para llegar a la «cumbre» hay 3 elementos imprescindibles: ambición personal, afán de superación y hambre por el éxito; esta es la fórmula que Edurne recomienda para alcanzar la verdadera libertad.
ALFREDO DI STÉFANO
Di Stéfano (1926-2014) es el futbolista más importante que ha pasado por el Real Madrid pero sobre todo es el mejor jugador de la historia. Con el Madrid jugó desde el año 1953 hasta 1964, 510 partidos oficiales marcando 418 goles. Supuso todo un acontecimiento viviente para el club blanco que conquistó 5 Copas de Europa cosecutivas.
Dentro y fuera del estadio su figura era grandiosa: un jugador capaz de desarrollar con maestría cualquier rol en el campo. En 1957 y 1959 fué reconocido con 2 Balones de Oro y en 1989 recibió el Superbalón de Oro, galardón que ningún otro futbolista ha recibido.
Sus dotes deportivas habían quedado patentes antes de abandonar su Argentina natal. La «saeta rubia», como se le conocía, era un ganador modesto que también nos deleitó con perlas como: «las finales no se juegan, se ganan», reflejo de la épica del fútbol que corría por sus venas o aquel sentido del humor inteligente y sabio de «el fútbol de verdad se acabó cuando entró el primer secador de pelo a un vestuario» o «el balón está hecho de cuero, el cuero viene de la vaca, la vaca come pasto, así que hay que echar el balón al pasto».
Permitidme que elija la elegante «jugamos como nunca, perdimos como siempre», es una frase llena de alegría y de la satisfacción del trabajo bien hecho aunque al final se pierda, y es que todo DEPORTISTA con mayúsculas encontrará mayor deleite en perder contra el mejor que en ganar contra el peor.
MIGUEL INDURAIN
Al igual que Nadal, Miguel Indurain es un deportista querido y respetado, de los que hacen gala de su humildad dondequiera que va. Sobra decir que es uno de los mejores ciclistas de la historia y el mejor ciclista que ha tenido España.
Es un campeón atípico: carismático, modesto y con una inmensa capacidad de sacrificio; esa clase de personas que entienden que perder es parte del proceso, otro componente del juego hacia la meta. Tanto sus compañeros como adversarios siempre le han elogiado, también a su todoterreno calidad deportiva. Será recordado por ganar el Tour de Francia 5 veces consecutivas, desde 1991 hasta 1995 y el Giro de Italia en 1992 y 1993.
Indurain nos da una lección de normalidad que todos conocemos y que no se puede decir de manera más sencilla: «el deporte, al final, está para eso: para que la gente disfrute».
FERNANDO ALONSO
El piloto asturiano Fernando Alonso ha sido 2 veces campeón del mundo de Fórmula 1 y es el piloto español de mayor éxito. A sus 43 años cuenta con una madurez y experiencia patente en todos sus podios, victorias y títulos: desde campeón del mundo de Resistencia hasta dos veces vencedor de las 24 Horas de Le Mans.
El piloto argentino Franco Colapinto habla así de su perseverancia y fortaleza: «Te tiene que gustar mucho la Fórmula 1 para estar tantos años en un deporte que es tan demandante y que fuerza tanto el cuerpo. Al final, un año de Fórmula 1 son 24 carreras, 24 fines de semana viajando por todo el mundo y te quema la cabeza. Estar al nivel que está él después de tanto tiempo es muy admirable«.
Es de sobra conocida su capacidad para superar a sus rivales en inferioridad de condiciones técnicas, para hacer que el bólido rinda por encima de su capacidad mecánica.
Alonso siempre ha demostrado templanza compitiendo bajo presión constante: «la presión es una oportunidad para demostrar de qué estás hecho», dice él.
GISELA PULIDO
Ningún atleta llega al podio en solitario, afirma Gisela Pulido y es que a pesar de su juventud, ha conseguido cosas incrébles: con tan sólo 10 años ganó el primer mundial de kitesurf freestyle, era el año 2004. Pero eso sólo fué el principio, con los años ha revalidado sus títulos de campeona mundial hasta 10 veces. No es de extrañar que en 2007 recibiera el Record Guinness a la campeona mundial más joven en la historia del kitesurf. También es la atleta más joven en ser nominada en los Laureus World Sports Awards en la categoría de Deportes Extremos.
Su clave es ser altamente competitiva y querer ganar siempre, «cuando ganas una vez y otra vez, es porque tampoco te relajas. La clave es tener esa ambición y esa competitividad de querer ser siempre la mejor».
Afirma que uno de los mayores retos de su carrera ha sido la transición de estilo libre a la modalidad fórmula kite, donde pasó de ganarlo todo a luchar por estar entre las 10 primeras. Tuvo que hacer «reajustes», salir de la zona de confort y adaptarse a las nuevas circunstancias. Es interesante entender esto como una metáfora de la vida en sí misma.
«Ha habido muchos retos, al final es como empezar algo desde de cero prácticamente, porque es kite, pero no tiene nada que ver […], el material es diferente, la tabla, la cometa, los deportistas somos diferentes».
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