Ingeniosos y con historia, no te pierdas estos trece refranes españoles

Muerte de un ciclista

«Te vendrán pesares sin que los buscares» debió pensar el protagonista de la magistral «Muerte de un ciclista» (1955) ante la prueba de conciencia que tenía por delante.

Cuando nuestros alumnos nos dicen que quieren hablar español, no nos están diciendo que quieran darle al pico, cotorrear sin más. Nos están pidiendo que les llevemos al corazón del lenguaje auténtico.

Quieren la retranca, la sabiduría popular, los dichos, los refranes, lo que no van a encontrar en los libros de texto, los insultos más raros o las expresiones más «descatalogadas», como quien busca una trenca de la guerra en plena fiebre por lo vintage. Los hay incluso que persiguen con afán explorador todo aquello que emane ingenio lingüístico; lo que hace que el lenguaje sea divertido y original. Sin quererlo, los estudiantes de Syllabus con su curiosidad avivan la retórica popular.

Es fácil empatizar con ellos, al fin y al cabo todos hemos tenido profesores y no se nos han olvidado quiénes eran los buenos y por qué eran los buenos. ¿Acaso no era más motivador aprender el past simple en inglés escuchando a The Who que rellenando huecos?

Este artículo está dedicado a todos ellos. A los alumnos exploradores de lo auténtico.

A diferencia de los dichos, los refranes españoles llevan implícita una moraleja. Intentan enseñarnos algo que a menudo los extranjeros con menor competencia lingüística no captan con claridad a la primera. La gracia de cada refrán está en decirlo en el momento adecuado, a modo de píldora de sabiduría concentrada.  Decía Gabriel García Márquez que «la sabiduría nos llega cuando ya no nos sirve de nada», pues para que eso no nos pase, aquí esta pequeña aportación.

 «La gracia de los refranes españoles está en decirlos en el momento adecuado, a modo de píldora de sabiduría concentrada».
En la mesa y en el juego se conoce al caballero

¡Cuánta verdad hay aquí! Si quieres saber quién es tu flamante cuñado, nada como sentarte en la mesa con él y después, dejar las cartas de la baraja boca abajo mientras te ausentas. Es una prueba infalible para saber a quién tienes cerca.

La educación es un concepto amplio que trasciende con mucho el protocolo en la mesa, pero si el supuesto gentilhombre come y bebe de manera desaforada con los codos en la mesa, la servilleta a modo de babero mientras impone su criterio religioso vociferando frente al resto de los comensales, me parece a mí que vamos por mal camino. La mesa es la prueba de fuego de todo buen caballero… y de toda dama que se precie también, así que no saques la brocha para aplicarte colorete mientras comes una paella, ni «wasapees» a carcajada limpia en una mesa de boda con desconocidos. No, eso no es tener mucha personalidad.

El juego -me gusta entender «juego» en el sentido más amplio posible, más allá de lo recreativo- es el escenario perfecto donde reluce el pelaje de cada uno. En los ambientes competitivos el tramposo y avaricioso suele mostrarse como tal. Un caballero de manual perderá la partida con dignidad antes que llevar un as en la manga y reconocerá la victoria del contrario sin rencor. Tampoco hará exhibiciones histriónico-teatrales, para eso ya están los Oscar.

Al que nunca tuvo bragas hasta las costuras hacen llagas

Este es aparentemente tan insolente y barrio bajero como acertado. Hace referencia a la dificultad que tienen algunas personas para adaptarse a un estilo de vida más refinado al que no están acostumbradas. Esta ascensión en el estatus, por muy buena que sea, produce dificultades y quejas (complicaciones sociales y de clase), siempre producidas por la ignorancia o peor aún, por querer darse una categoría de la que se carece.

Aquí bragas no se refiere a la prenda femenina, sino a un tipo de calzón largo que cubría las piernas de los hombres en la época de Quevedo.

Otra variante de este refrán es «culo que no está hecho a bragas, las costuras le hacen llagas».

Ni pidas a quien pidió, ni sirvas a quien sirvió

Inteligente, útil y real como la vida misma. Significa que no debes pedir ni trabajar para las personas que han vivido en la escasez y han pasado penurias, pues ellas han podido sufrir humillaciones y haber generado deseos de venganza. Además, un servidor venido a más conoce de primera mano las engañifas de la vida y no se dejará manipular.

¿Recuerdas la película La Casa de los Espíritus, adaptación de la novela homónima de la escritora latinoamericana Isabel Allende? No se me ocurre una representación más atinada para explicar este fenómeno que se repite en varios de sus personajes en torno a la figura del patriarca interpretado por Jeremy Irons.

En la casa del pobre antes reventar que sobre

Desde el punto de vista dietético éste es un poco exagerado pero comprensible sobre todo si nos remontamos a los tiempos de carestía, cuando desperdiciar la comida era la mayor impiedad.

Hoy día «la casa del pobre» es metáfora de la clase media, derivada de una globalización descontrolada, de los vicios y diferencias que genera. Va bien emparejado con el refrán anterior y con otro que recuerda las bonanzas de la abundancia: «más vale que sobre que no que falte«.

La otra cara de la moneda son las alegrías cegadoras que provocan en el hambriento una mesa rebosante de manjares. Pura lujuria.

Piensa mal y acertarás

La desconfianza aporta seguridad pero resta frescura a la vida. Si esta filosofía la llevamos al extremo nos topamos con este refrán. Tal vez la solución esté en confiar en la intuición y en pensar bien.

La España refranera bebe de toda clase de personajes de la vida cotidiana, como esta horda ebria, festiva y con el rostro desencajado que pintó Goya. El cuadro se llama «La Romería de San Isidro» (1819-1823) pero bien podría haberse llamado «a quien tiene buen vino nunca le faltan amigos» o «lo que se promete con vino, se olvida por el camino».

El buen traje encubre el mal linaje

O la necesidad que algunos tienen por aparentar lo que no son. Traje y linaje riman y además suelen ir juntos, pero seamos cautos, ni todos los que llevan buen traje tienen buen linaje ni todos los que llevan mal traje tienen mal linaje.

Si un loco sentado está, o los pies mueve o cantará

Un poco de musical de Hollywood hay aquí. Los locos son creativos o mejor dicho para ser creativo hay que estar un poco loco.

Más de uno leerá este refrán y se preguntará si tiene que pedir cita en el psicólogo. No es ninguna extravagancia mover los pies mientras esperas sentado al autobús, y si canturreas un poco, nadie va a venir a ponerte una camisa de fuerza. Simplemente el refrán hace referencia al carácter inquieto de las personas.

Lo mismo transmite «al que come y canta, un sentido le falta».

Donde fueres, haz lo que vieres

Este es el ejemplo ideal para explicar el futuro de subjuntivo. En España los padres se lo dicen a sus hijos para educarles. En realidad es un consejo con una idea muy simple: nos recomienda adaptarnos a las costumbres y estilos de vida del lugar al que viajemos o la casa a la que nos inviten, respetando lo que allí veamos (horarios, normas, leyes…) y evitando llamar la atención por la falta de prudencia.

Su origen se remonta a la Roma de siglo IV. La locución original en latín «Cum Romae fueritis, Romano vivite more» se traduce como «cuando a Roma fueres, como romano vivieres».

El que viste de prestado en la calle lo desnudan

¿Y por qué lo desnudan? Porque se dan cuenta de que presume de cosas que no le pertenecen. Cuando alardeamos de méritos que no son nuestros es fácil que los demás se den cuenta o peor aún, que corra la voz. Es entonces cuando se desencadena el tono sainetesco que tanto nos gusta aquí. Los chascarrillos, las ocurrencias y los memes revelando que su flamante postgrado universitario era en realidad más falso que un euro de chocolate.

Lo genuino lo tiene más fácil para triunfar mientras que -como decía Maquiavelo– el que entra en contradicción consigo mismo y con su tiempo, decae. Pero vivimos en tiempos impostados y de auto idealización, y si no que se lo pregunten a Instagram.

También está el «antes se coge al mentiroso que al cojo» muy español y explícito.

A caballo regalado no le mires el dentado

Es fácil para los expertos conocer la edad aproximada de los caballos mirándoles la dentadura. Es la prueba que hacen para valorar estado del animal.

«Es de buen nacido el ser agradecido» dice otro refrán. Una forma de ser agradecido es no poner pegas ni cuestionar un regalo. Piensa que si no te hubieran regalado un caballo o aquella bicicleta o ese coche, a lo mejor tendrías que seguir yendo caminando.

Mal que no es de ahora ya no mejora

Ni mejora, ni mejorará. Hay un chiste estupendo para contar aquí…

Cuando todo va mal (me he dado un paseo por Google con esta frase y he vuelto con las pilas cargadas y motivadísimo), lo mejor es pensar que va a ser temporal, ya sería mala suerte que durara siempre.

Otra cosa es cuando el mal se ha acomodado, perseverante, renqueando como un carromato viejo, en ese caso, mejor cambiar de dirección. Además siempre podremos confortarnos un poco agarrándonos (como última solución) al «si crees que todo va mal, recuerda que puede ir peor».

Tiran más dos tetas que dos carretas

De un realismo incomparable describe cómo influye el poder de la anatomía femenina sobre las decisiones (más o menos juiciosas) de los hombres.

El refranero español está plagado de «delicadezas lingüísticas» de ésta jaez, que además tiene variaciones morfológicas más arriesgadas que no escribiré aquí para no poner en juego la fidelidad de los dos o tres lectores que todavía siguen este blog.

El ojo del amo engorda al caballo

No quiero ni pensar lo que puede pasar por la mente de un extranjero al traducirlo literalmente a su lengua materna. Antes de nada decir que los españoles somos civilizados, o por lo menos lo intentamos.

El refrán nos aconseja cuidar de lo propio antes que delegar en otros, y es que nadie conoce mejor su casa, su negocio, sus mascotas… que su dueño. La presencia del patrón es necesaria para que las «empresas» prosperen, sin descuidarlas, velando por ellas. Esa es aquí la moraleja.

Otro sinónimo es «hacienda, tu amo te vea».

El refranero es la sabiduría de la experiencia. Estos breves mensajes unifican lengua, cultura y sociedad a lo largo del tiempo para alegría del español y de sus aprendices, porque «de refranes y cantares, tiene el pueblo mil millares».

Syllabus is the young Spanish school for the people who  Spanish

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