¿QUIÉN ES QUIÉN? Del salón de casa al aula de ELE.

¿Te acuerdas de estas caras?
¿Te acuerdas de estas caras?

 

En plena fiebre de lo vintage, donde lo antiguo es tendencia y se actualiza como si fuera un teléfono móvil, no podían ser menos los juegos de mesa, los de toda la vida, los que amenizaban las tardes con familia y amigos. Ana Piña, filóloga y alumna de Syllabus realizando sus prácticas de la UNIR, ha sabido capitalizar esta idea y darle un twist de lo más práctico, convirtiendo el mítico juego ¿Quién es quién? en herramienta de aprendizaje para la clase de ELE, eso sí, a la española y con más posibilidades de juego de las que conocíamos.

Cuando en 1860 un joven litógrafo llamado Milton Bradley decidió darle un giro de 180 grados a su negocio y comenzar a producir juegos de mesa, seguramente no se imaginaba que marcaría los recuerdos de muchos niños en todo el mundo durante generaciones, uniendo a familias y amigos alrededor de un tablero. Más de un siglo después, su nombre seguiría impreso en las cajas de los juegos de mesa de millones de familias: Hundir la flota, Conecta 4, Operaciones, Twister… Sin embargo, el protagonista de este artículo es el juego ¿Quién es quién?
¿Quién es quién? empezó a comercializarse en 1979 y se convirtió rápidamente en un éxito en hogares de todo el mundo, debido a varias razones: solo hacen falta dos jugadores, su mecánica es sencilla a la vez que ingeniosa y no requería pilas, ni otros aparatos que dificultasen el juego. Desde entonces, ¿Quién es quién? ha sido editado en múltiples versiones, adaptado a distintos públicos y actualizado con nuevos rostros, pero su esencia sigue intacta: un tablero, varias preguntas y la emoción de adivinar lo que está pensando nuestro adversario.
Tal vez por esa simplicidad, o precisamente gracias a ella, el juego ha traspasado el umbral del salón de casa y ha encontrado su lugar también en las aulas. En especial, en las de lengua extranjera, donde toda oportunidad de hablar y escuchar se convierte en oro didáctico, por lo que en los últimos años se ha producido un auge del aprendizaje basado en juego.
Partiendo del juego original y teniendo en cuenta las características de los aprendientes de ELE, he diseñado dos tableros con los que podemos llevar Quién es quién al aula para mejorar la competencia lingüística y cultural de los estudiantes. Estos han sido diseñados con la aplicación Canva y pueden ser adaptados a cualquier lengua extranjera, así como a los intereses concretos de los estudiantes.
El primero de ellos está dirigido a estudiantes que tengan una menor competencia, tanto lingüística como cultural, ya que mezcla personas del mundo hispanohablante con personajes internacionales que pueden reconocer fácilmente.
 
 
Con este panel, aquellos estudiantes que no reconozcan a personas del mundo hispanohablante, como Camarón o Concha Velasco, podrán apoyarse en otros personajes reconocidos como David Bowie o Brad Pitt. De esta manera, podrán responder correctamente preguntas relacionadas con la edad o la profesión. Por otra parte, para aquellos alumnos estudiosos o fanáticos de las culturas hispanohablantes he desarrollado el siguiente tablero, en el que encontramos personas de todas las épocas:

 

 
Normalmente, en el aula de ELE, los estudiantes no conocerán a la mayoría de personas que aparecen, por lo que antes de comenzar a jugar podemos pedirles que investiguen, bien en grupos cooperativos, bien individualmente, quiénes son estas personas.
Partiendo de esta premisa, surgen numerosos proyectos que pueden realizar antes de jugar al juego propiamente dicho: un Padlet compartido donde cada estudiante redacte una breve biografía de una de las personas, un vídeo en el que los estudiantes se presenten como si fueran uno de los personajes o incluso la creación de nuevas fichas con rostros actuales y relevantes para el grupo, acompañadas de descripciones escritas u orales, lo que permite personalizar el juego y favorecer la implicación del alumnado.
Una vez familiarizados con los personajes, o incluso habiéndolos creado ellos mismos, llega el momento de jugar. El desarrollo del juego en sí admite múltiples variantes en el aula, adaptables al nivel del grupo y a los objetivos didácticos.
1. Juego clásico: La primera modalidad consiste en realizar preguntas cerradas de sí o no, siguiendo la dinámica clásica del juego. Los estudiantes deben formular este tipo de preguntas, por ejemplo, “¿Tiene gafas?”, “¿Es cantante?”, “¿Lleva sombrero?”, para ir descartando personajes. De este modo, practican las estructuras interrogativas y el vocabulario descriptivo en un contexto lúdico y motivador.
2. Ronda de preguntas: La segunda variante introduce preguntas abiertas, simulando una entrevista. En este caso, un estudiante asume el papel de
entrevistador y plantea preguntas más amplias al personaje oculto, interpretado por otro compañero, por ejemplo: “¿A qué te dedicas?”, “¿Cómo es un día normal en tu vida?” o “¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?”. Esta modalidad permite incrementar la participación del estudiante entrevistado, ya que con la primera modalidad solo respondería sí o no. Además, se favorece la fluidez en la interacción oral y se practican las convenciones propias de las entrevistas.
3. Actuar y adivinar: Otra de las variantes nos permite introducir la expresión corporal en el aula, ya que consiste en imitar a un personaje. En lugar de limitarse a responder preguntas, un estudiante adopta el rol de un personaje concreto y responde como si fuera él, modulando su voz, sus gestos o incluso inventando detalles coherentes con la imagen o profesión asignada. El resto del grupo debe adivinar de quién se trata, formulando preguntas o simplemente escuchando y deduciendo. Esta modalidad no solo activa la expresión oral y la creatividad, sino que también invita a desarrollar la competencia pragmática y la conciencia del lenguaje no verbal, elementos clave en la comunicación real.
4. Misión descripción: Finalmente, podemos pedirles a los estudiantes que hagan una descripción del personaje elegido, mientras que los demás intentan saber de quién se trata. Cuando lo sepan, levantan la mano y lanzan su conjetura. Si es correcto, ganan un punto, si es incorrecto quedan eliminados de la ronda.
En definitiva, las distintas variantes del juego ¿Quién es quién? permiten adaptarlo a una amplia variedad de niveles, intereses y objetivos de aprendizaje. Desde la práctica de estructuras básicas hasta la producción oral más libre y creativa, el juego se convierte en un recurso versátil que favorece la participación activa del alumnado y sitúa el uso del lenguaje en un contexto significativo y motivador. Más allá de su aparente simplicidad, este clásico de los juegos de mesa ofrece un enorme potencial didáctico, capaz de transformar el aula en un espacio de interacción real, diversión y aprendizaje compartido.

 

 

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LA DISLEXIA EN EL AULA DE ELE. Claves para su intervención.

Está siendo habitual en los últimos años que los alumnos de máster de ELE de la UNIR (Universidad internacional de la Rioja), cursen sus prácticas de máster en Syllabus. Esta vez hemos tenido la suerte de haber tenido con nosotros a Ana Sánchez, quien ha estado aprendiendo, desarrollando y poniendo en práctica su trabajo con estudiantes internacionales de español.
Ana está especializada en la enseñanza del español para alumnos disléxicos, así que nos ha querido ilustrar sobre este tema ofreciéndonos unas pautas para que éstos alumnos puedan optimizar su aprendizaje.

 
«Si yo no aprendo en el modo que tu enseñas, ¿por qué no me enseñas en el modo en que yo aprendo?». Harry Chasty, 1984.
 
¿Qué entendemos por dislexia? Esta es una pregunta interesante. Sin embargo, tal vez sea más útil comenzar diciendo qué no es. La dislexia no se trata de una enfermedad, ni de un déficit cognitivo; no implica daños neurológicos y no se reduce simplemente a un problema de lectura.
Para hacernos una idea de en qué consiste la dislexia, os voy a contar una anécdota que me ocurrió dando a clase a un niño con estas características. Un día, llevé al aula una actividad basada en un trabalenguas. Al resto de la clase le entusiasmó pero a este niño le cambió la cara. Cuando le pregunté si le gustaba la tarea, él me dijo que le parecía difícil y que le costaba mucho leer el trabalenguas, que las letras “se le movían”. Lo que para los demás era una tarea divertida y un reto que superar, para él era un trabajo que le exigía una atención y concentración extra. Más que un trabalenguas, era un mensaje escrito con un “código oculto”

 

 
Un niño o niña con dislexia tiene dificultades para leer bien las palabras y relacionar letras con sonidos, lo que hace que lean de forma lenta y con errores. También les cuesta entender lo que leen, recordar palabras y escribir correctamente.
He visto en las aulas a estudiantes disléxicos que tienen problemas con las actividades escritas porque les requieren más esfuerzo y tiempo que a los demás. A menudo, se les llama vagos o poco trabajadores, lo que les genera desinterés, falta de motivación y baja autoestima.
En cuanto al aprendizaje de una lengua extranjera, los estudiantes disléxicos tienen muchas dificultades. Les cuesta distinguir sonidos, reconocer y memorizar palabras, secuencias (como los días de la semana) e historias. También tienen problemas con rimas, ortografía, pronunciación y uso de estructuras fonológicas como invertir, sustituir o añadir sonidos y palabras (Carrillo, 2015). Por ejemplo, podrían decir «Me gusta el helado» como «El gusta me helado». Un aspecto curioso es como el alumnado disléxico puede tener una mejor comprensión del español hablado, aunque suelen experimentar mayor dificultad en la lectura de textos en voz alta.
Algunas pautas de intervención que se pueden llevar al aula de ELE para mejorar el aprendizaje del español en niños y niñas con dislexia pueden ser:
Métodos visuales y auditivos: apoyarse en elementos visuales o auditivos como imágenes, gráficos, palabras destacadas, infografías, videos o audios.
– Conciencia fonológica: enseñar claramente los sonidos de un nuevo idioma (L2/LE) y su relación con las letras. Se puede hacer mediante actividades como identificarpalabras que comienzan con el mismo sonido, dictados de palabras, formar palabras comunes, deletreo, etc.

– Vocabulario: aprender las palabras más comunes y recordar su pronunciación, especialmente en los niveles iniciales. Se pueden usar tarjetas visuales y juegos de memoria.

– Sesiones cortas, específicas y dinámicas: un método útil es la respuesta física total, que implica escuchar y responder con acciones para entender el significado de las palabras y aprender el lenguaje.

– Tecnologías: lectores de texto, audiolibros, aplicaciones y recursos digitales pueden ayudar a los estudiantes con dislexia a aprender a su propio ritmo.

La evaluación: debe adaptarse para centrarse más en el contenido que en la forma. Los exámenes escritos no siempre son eficaces para estudiantes con dislexia, por lo que se pueden usar otras opciones como la evaluación oral o hacer ajustes en las pruebas (dar más tiempo, simplificar las instrucciones, aumentar el espacio para escribir, organizar las preguntas de manera clara, resaltar palabras clave o dar ejemplos). También se pueden usar preguntas tipo verdadero/falso, opción múltiple o de unir términos. Al corregir, es importante no enfocarse en todos los errores, usar colores adecuados (sin rojo) y fomentar un enfoque positivo hacia los errores. Una de las cosas que más les gusta escuchar al alumnado disléxico en un examen es que se tome su tiempo.

La dislexia presenta dificultades, pero también fortalezas que podemos aprovechar en el aprendizaje de idiomas. Para estudiantes con dislexia en clases de español, es importante usar su creatividad, pensamiento visual y capacidad de adaptación. Superar los retos es posible con estrategias adecuadas, recursos alternativos y un buen vínculo entre docente y alumnado. Enfocarse en las fortalezas, celebrar los logros y motivarles mejora su autoestima y confianza.
ANA SÁNCHEZ RAMÍREZ

BIBLIOGRAFÍA
– Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP). (n.d.). Dificultades de aprendizaje: Cómo la dislexia afecta en la enseñanza del inglés. Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP).
https://www.isep.es/actualidad/dificultades-aprendizaje-dislexia-ensenanza-ingles/

– Cuetos, F. (2011). Psicología de la lectura (8ª edición). Madrid. Editorial Wolters Kluwer España Educación.

– Paniagua-Martín, D. (2024). La dislexia en la enseñanza de español como L2/LE: aportaciones teóricas y derivaciones prácticas. Biblioteca de Babel: Revista de Filología Hispánica, 5, 9-34.
https://doi.org/10.15366/bibliotecababel2024.5.001

– Carrillo Expósito, M.ª L. (año). Aprender de la dislexia para enseñar español: Introducción a la dislexia para afrontar la enseñanza de LE. SS di Io Grado E.
Cocchia, Avellino.

 

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TURISMO LINGÜÍSTICO: EL ENCANTO DE VIAJAR A TRAVÉS DEL IDIOMA.

El Palacio de la Magdalena es el edificio más simbólico de Santander.

De cuando en cuando tenemos la suerte de contar con un escritor/a invitado que nos ameniza el blog con sus inquietudes. Esta semana estamos encantados de que Marian, nuestra alumna en prácticas de la UNIR, haya querido darnos su punto de vista sobre un tema que conoce muy bien: el turismo lingüístico, también llamado turismo idiomático.

Por Marian López.

EL TURISMO IDIOMÁTICO, LINGÜÍSTICO O TURILINGÜISMO SON UNA COSA DE SIEMPRE.

Turismo lingüístico es un término relativamente nuevo para una práctica de toda la vida: viajar por un país mientras practicamos o aprendemos su idioma; es decir, una fusión entre ocio y aprendizaje. Tiene todo el sentido eso de zambullirse y empaparse completamente de su cultura: sus costumbres, artes, gastronomía, conocer a sus gentes y por supuesto su idioma. Todo lo que habíamos imaginado, leído o estudiado se materializa ahora siendo viajeros parlanchines mientras estamos de vacaciones.

La experiencia para el turista lingüístico lo es en su totalidad. Algo así como la puesta en escena de lo aprendido o como formar parte de la película que ya conocíamos porque nos convertimos en un actor más. El viaje se llena de sorpresas y novedades lingüísticas, si no que se lo pregunten a un tal Cristóbal.

Desde muy niña me atrajo siempre el mundo del turismo. Mi pasión por viajar, descubrir lugares diferentes, conocer otras culturas y costumbres, otras gentes, enriquecerme de las vivencias y experiencias en otros entornos, me llevó a estudiar la carrera de Turismo en la Escuela Universitaria de Turismo Altamira en Santander.

Mi estancia en la escuela durante cuatro años, fue una época que recuerdo siempre con mucho cariño. Tuve la suerte de disfrutar mis años universitarios en un lugar extraordinario, situado en un enclave inigualable. La escuela emerge sobre la playa del Sardinero. Desde su cafetería y su biblioteca solía disfrutar de las bellas estampas que cada día me regalaba la playa del Sardinero y nuestra hermosa costa color esmeralda, un mar a veces embravecido y otras veces en absoluta calma.

En aquel tiempo, la playa se convertía diariamente en una tentación difícil de obviar. De vez en cuando, me invitaba a cambiar alguna clase por un ratito de sol y risas entre compañeros. He de confesar que, en alguna que otra ocasión, me dejé seducir.

La 2ª playa del Sardinero en primavera.

Adoro esta tierra, Cantabria, su influencia celta, la amplia variedad de opciones que brinda a los miles de turistas y curiosos que cada año desean explorarla y que sin duda no les deja nunca indiferentes. Es un must en el norte de la España Verde.

Los visitantes disfrutan de su afamado turismo rural, repleto de tranquilos pueblos, de paseos y caminos de peregrinos, de valles que quitan la respiración y de playas de postal. Cada rincón de esta región cuenta una historia única que refleja su rico patrimonio cultural y natural. La presento siempre con orgullo y le otorgo el valor y el reconocimiento que merece, por todo lo mágico y especial que alberga y ofrece.

Recuerdo una anécdota muy divertida que siempre me viene a la mente y no puedo evitar sonreír cuando la saco a relucir entre amigos y algunos alumnos de español. El verano pasado, mientras realizaba una visita guiada en el refugio antiaéreo de Santander con mi hijo, un chico ucraniano que estaba en el mismo grupo de visita, interrumpió al guía exclamando: “perdón, estoy muy caliente y agobiado”¿puedo salir por favor? Ipso facto todos nos miramos y estallaron las carcajadas, mientras que el chico se quedó sorprendido y confundido por nuestra reacción.

Me acerqué y le dije:- tranquilo, sería más correcto decir: «tengo calor” en lugar de “estoy caliente”. Él, amablemente, me dijo que estaba aprendiendo español en un curso intensivo. Inicialmente se quedó paralizado y un poco avergonzado por su error, pero cuando le expliqué el sentido de la frase, rápidamente se unió a la diversión. Fue una anécdota que resultó inolvidable. 

Por costumbre heredada, he estado también vinculada al mundo de la hostelería trabajando junto a mis padres y mis hermanas durante mucho tiempo en el restaurante familiar; lo que me ha permitido conocer diversidad de clientes y muchos turistas procedentes de distintas nacionalidades. Esta experiencia ha sido clave para desarrollar la profesión que he ejercido durante los últimos 7 años como docente en el ámbito del turismo y la hostelería.

Marian en un descanso durante sus prácticas en Syllabus.

Me hace sentir bien ocupar mi mente aprendiendo cosas nuevas, soy una persona inquieta en este aspecto y por eso el año pasado me embarqué en el apasionante mundo de la enseñanza de español como lengua extranjera y comencé el máster en ELE en la Universidad de la Rioja. Y ¡cómo es de caprichosa la vida!, que como quien lanza un boomerang hoy me encuentro caminando de nuevo por aquellos pasillos y aquellas aulas donde hace 25 años reía y compartía anécdotas con mis compañeros de carrera.

Esta vez en cambio lo hago acompañada de Marcos Villa, mi tutor y director del centro Syllabus, donde realizo mis prácticas. Marcos me ha concedido la oportunidad de iniciar mi experiencia docente impartiendo clases de español con alumnos únicos procedentes de diferentes partes del mundo como, Roger, Gildas, Matt, Lisa, Antonio, Helena… una mezcla de nacionalidades y culturas que ha creado un ambiente de enriquecimiento mutuo. Todos ellos han supuesto una fuente de enriquecimiento personal y profesional inolvidable. Tienen como denominador común su interés por nuestra lengua y a la vez, se sienten muy atraídos por Cantabria, y especialmente por Santander.

Mis alumnos durante estas prácticas son la prueba fehaciente del binomio “turilingüismo”, el emergente y potente turismo idiomático que se oferta en nuestra provincia (y resto de España).

Syllabus, por su parte, es un centro embajador de esta modalidad de turismo ya que basa y concibe el español como parte de un “todo”, donde los estudiantes disfrutan su inmersión lingüística plena en todos los ámbitos que ofrece la ciudad: gastronomía, cultura, costumbres, deporte, etnografía y demás peculiaridades.

Ha sido para mí un placer acompañar a los estudiantes a descubrir esta “infinita” tierra a través de mi lengua materna, el español.

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Y DE REPENTE NACIÓ UN ESCRITOR. Una charla con Guillermo Córdoba.

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Marcos Villa.
Esta va a ser una entrevista distinta. Lo digo porque el entrevistado, Guillermo Córdoba, es un amigo. Un viejo compinche de la playa de Berria (Cantabria) donde literalmente él vive. No cerca, sino sobre la playa, en un idílico apartamento de los que hay que sacudirse la arena antes de entrar y cuya banda sonora son el mar, las gaviotas y el incesante zumbido de los surfistas entrando y saliendo de la playa. Presento a Guillermo desde aquí -para los que no lo conozcáis- como un fenómeno literario de nueva hornada, aunque para sus lectores hace meses que ese matiz quedó atrás.

La gamificación, mucho más que matar marcianitos.

gamificación

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Mi nombre es María Navarro, tengo 24 años y vivo en un pueblo llamado Novelda, en la provincia de Alicante, España.  Soy maestra de Educación Primaria (mi vocación) y en un par de meses también seré profesora de español. Actualmente estoy realizando prácticas en Syllabus con alumnos europeos de niveles A1-A2.

 

Cuando terminé la carrera y empecé a trabajar me pregunté, ¿Cómo me hubiera gustado que mis profesores me hubieran enseñado? Empecé a indagar y encontré la palabra mágica: gamificación. Desde entonces no he dejado de investigarlo, he ido a varios cursos y es el tema central de mi tesis de máster. El asunto es de lo más interesante, entre otras cosas porque muchas personas creen que gamificar es simplemente jugar en el aula como si estuvieras divirtiéndote con un videojuego, pero no es así. ¿Quieres saber más sobre gamificación? ¡Estás en el artículo adecuado!

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¿Es gamificar divertirse con un videojuego?

El interés en Asia por aprender castellano creció este 2018.

syllabus.es

 

Por Día García, escritora creativa e investigadora en Qué Estudiar.

 

Es posible que recuerdes una época en la que todos querían aprender inglés. Era la lengua que se imponía ante los demás idiomas a pesar de no ser la lengua con más hablantes en el mundo.

Sin embargo, con el paso de los años eso ha cambiado y hay otro idioma que ha venido tomando fuerza y es el idioma español.

Esa tilde, no la pierdas de vista.

www.syllabus.es

 

Por Saima Paloranta.

Lo prometido es deuda. Hace unos días os hablé de las palabras tritónicas y ahora, para «cerrar el círculo», vamos a revisar el uso de la tilde o las tildes. La tilde en español es esa rayita vertical (´) que se coloca sobre algunas vocales que reciben la carga tónica cuando cumplen una serie de reglas. No debemos confundir tilde con acento (en todo caso lo llamaríamos acento gráfico u ortográfico). Casi todas las palabras están acentuadas (excepto las átonas) pero solo unas pocas llevan tilde. Por ejemplo «tabla» está acentuada en la primera sílaba pero no lleva tilde.

Dicho de otra forma, casi todas las palabras tienen acento pero no todas las palabras llevan tilde.

Práctico, practico, practicó. Mucho ojo con las palabras tritónicas, la pesadilla de las tildes

palabras tritónicas

 

En el post de hoy Saima Paloranta, nuestra profesora de español en prácticas, nos explica qué son las palabras tritónicas. Seguro que las tienes identificadas pero no sabías que se llamaban así ¿verdad? Hoy nos toca ser un poco… «inspectores».

Aprender un nuevo idioma siempre significa enfrentarse con algún tipo de desafío. Muchos estudiantes de español probablemente saben de qué habla el pianista James Rhodes cuando se desespera con las tritónicas. En el caso del español como lengua extranjera, pueden ser las tildes (eso os lo cuento en el próximo artículo) las que vuelvan locos a los estudiantes. Que no cunda el pánico, ¡ahí os va un salvavidas!

Se llaman palabras tritónicas las palabras que se escriben igual pero según su acentuación, cambia el significado de la palabra.