Una poeta en Santander

 

Las musas encontraron a Almudena en el lago salado de Tuz Gölü, Turquía.

 

No le gusta que le llamen poetisa, prefiere poeta. Tiene 22 años y ya ha publicado 4 libros de poesía. El último, Bosphorus, lo ha presentado la semana pasada despertando el interés de los medios. Estamos hablando de Almudena Campuzano, o para quienes no la conozcan, es -como dice ella con su característica modestia- «solamente una poeta en Santander». Pero sus amistades y seguidores sabemos que es pura efervescencia creativa, independencia y carácter. Podemos decir que el arte está de enhorabuena.

 

Son las 8 de la tarde del viernes pasado y no parece que vaya a llover. Almudena se escapa del torbellino de exámenes de último curso para reunirse conmigo en la terraza del bar La Cátedra, en Santander. No sabe que le espera una entrevista…

Vamos a conocer a la autora.

 

¿Qué hace una poeta estudiando Ingeniería Química? ¿Es por aquello de combinar los elementos (palabras) y ver que reacción producen?

Bueno, en realidad todo es química. Y, tal y como yo lo siento, todo es poesía. De modo que combinando dos todos… (risas).

Hablando seriamente, creo que es un gran lastre el que todavía exista ese muro invisible, pero muy tangible, que divide las letras y las ciencias. ¿Cómo se puede querer dividir el conocimiento, así, en dos secciones, sin más? ¿y el arte? ¿En cuál está el arte? ¿Y la creatividad?

La respuesta es en las dos. O, mejor dicho, en todas. Porque no hay solo dos.

Si todo está relacionado, ¿Por qué queremos separarlo? Al hacer eso se pierden cosas infinitamente valiosas.

Me encanta la idea del humanismo. De pequeña me parecía una idea maravillosa el que existieran personas que sabían “de todo”. Luego te das cuenta de que naturalmente, y más hoy en día, es imposible… pero eso no quiere decir que tengamos que limitarnos a un solo campo.

Se debería romper con los estereotipos, con las etiquetas, y, sobre todo, se debería de entender la educación (en mi opinión) como algo mucho más circular en lugar de acotarlo en pequeños sectores.

 

¿Está viva la lírica hoy en España?

La lírica hoy en España no solamente está viva, sino que está en pleno apogeo. Y no sólo poético. Ahora mismo hay producciones artísticas que son poesía sin serlo como tal. Al menos, no al uso. Existe en música, en ilustración… por ejemplo, Paula Bonet, a quien admiro profundamente, combina con frecuencia poesía e ilustración. Aunque es capaz de hacer poesía sobre lienzo incluso sin escribir una palabra.

En cuanto a la poesía en sí misma, es cierto que hace unos años ha empezado a tomar fuerza lo que parece una corriente poética renovada y con otra forma de entender los versos. Ahora están muy extendidos los recitales a micrófono abierto, donde el poeta en cuestión comparte sus textos con otros interesados. Esto resulta en una forma completamente diferente de escribir: hay poesía para ser leída, en silencio y, a ser posible, soledad. Y hay poesía para ser declamada a un público con el que conectar, buscando sus emociones.

Ni son iguales, ni se escriben ni tratan de la misma forma. Pero una no es menos válida que otra. Son diferentes, y hasta complementarias.

A mí, bien entendidas, me gustan ambas. Y digo bien entendidas, porque la inmediatez, la facilidad del “Tres-punto-cero”, está haciendo a las personas conformarse cada vez más con un consumo de entretenimiento rápido y vacío. Buscar cosas que les distraigan un momento, para luego pasar a la siguiente, casi de forma mecánica.

Esto se percibe en todos los ámbitos: social, en las relaciones; cultural, en la búsqueda de un contenido laxo y fácil… Y la poesía puede ser de todo, menos superflua.

 

Lo trascendente frente a lo efímero es el tema central de tu último poemario. ¿No es un lugar un poco visitado ya?  Convénceme de que tu obra es especial.

¿Y qué lugar no lo es? Al final, el mundo y la vida, son lo que son. Es inevitable que los temas en sí mismos puedan resultar manidos. No aspiro a hablar sobre lo que nadie ha hablado antes. Aspiro a hacerlo con mi voz, a encontrar una voz propia que nadie haya escuchado antes.

Bosphorus, por ejemplo, lo escribí el pasado verano mientras estuve viviendo en Estambul. Tuve la suerte de ir allí a realizar unas prácticas en empresa gracias a IAESTE, una asociación para el intercambio de estudiantes de carreras técnicas.

Allí conocí gente maravillosa y tuve la oportunidad de “empezar de cero” en un entorno totalmente nuevo. Descubres que muchas de las cosas que parecían ser “lo más importante” en un sitio, en tu zona de confort, por ejemplo, de repente no valen nada, o valen muy poco, fuera de ella.

La gente se vuelve loca acumulando cosas inútiles y se olvida de lo que de verdad importa. La ambición de querer un coche mejor, una casa mejor, un trabajo mejor… les aleja de lo esencial. En Estambul me di cuenta de la liberación que supone vivir al día y prácticamente con lo puesto.

Resta comodidad, pero suma vida.

Bosphorus, 2017.

Aquí el viento

ha dejado de empujarme;

ahora me acaricia.

Mi cuerpo se integra en el espacio,

y mi alma lo imita.

Me consta que crees en las musas, ¿Qué te inspira para escribir?

La inspiración existe; claro que existe. Y se viste de personas, momentos concretos, escenarios cotidianos… tanto dulces como agrios.

A veces me dicen que creo desde cero. Pero no es verdad, yo no creo nada desde cero. Me limito a transcribir con palabras la realidad que percibo. Es como traducir algo de un idioma a otro: traduces desde el idioma de lo intangible, sensorial, a algo legible.

Para escribir me inspira la realidad, o al menos mi realidad. Y siempre, siempre, las divinas Calíope y Erató son recibidas con los brazos abiertos (risas).

 

Tu poesía huye del adorno. Es directa y terrenal, empática para el lector medio. ¿Eres una poeta de lo práctico?

Sin lugar a duda. Soy, en general, una persona bastante práctica. Pero sin dejar de lado lo empático. No me gustan los adornos, los atavíos… me sobran, me pesan. Los veo del todo innecesarios. Sobre todo, no me gusta lo que maquilla o distrae de la realidad.

Yo, conmigo misma, lucho por ver la realidad tal cual es, sin velos. Aun así, muchas veces fracaso. Pero intento buscar siempre la verdad de las cosas, si es que se puede hablar de ese término como tal. Intento que esto se vea reflejado en mi poesía.

Me gustaría llegar a decir lo más que pueda, con lo mínimo. Condensar el significado en cuantas menos palabras mejor.

 

Durante los años 80 hubo en España un despertar creativo que se plasmó en todas las artes produciendo multitud de artistas. ¿Crees que en los últimos años ha habido una especie de revival cultural en el que nos hemos «desmelenado» dejando que brille nuestro lado artístico? 

La Movida, para los que no la vivimos, es como un espejismo lejano de una etapa de eclosión que quedó reflejada a golpe de música inmortal y fanzines. Yo diría que muchos la contemplamos con cierta veneración.

Alaska y los Pegamoides, Radio Futura, Nacha Pop, Los Secretos, Burning, Hombres G, Siniestro Total… muchos de estos grupos han llegado hasta mi generación, y de hecho se siguen escuchando. No sé si ahora mismo se está produciendo tal cantidad y calidad de música que vaya a trascender como lo ha hecho esta y ser escuchada dentro de 40 años.

Por supuesto tenía su contrapartida asociada al mundo de la noche, las drogas, los excesos… pero desde el punto de vista de la creación, me parece difícil igualar aquella explosión. Aunque ojalá podamos vivir una suerte de (Re)Movida.

No obstante, es cierto que ahora está volviendo a haber un aflore de la creación, de la producción artística. Hay muchas personas creando cosas muy interesantes, pero, a la vez, hay tal facilidad para la difusión, que una vez más estamos saturados de información.

Ahora es más fácil lanzar tu trabajo, del tipo que sea, al gran escaparate del mundo. Ocurre con la poesía también. Pero esto, que es tan bueno en ocasiones, representa también una dificultad a la hora de dar con aquello que merece realmente la pena.

Aunque claro, quién somos nadie para decir lo que la merece y lo que no. Como casi todo, está sujeto a subjetividades. De cualquier modo, y pase lo que pase, lo que destaca sigue saliendo a la superficie, aunque esta superficie se haya hecho casi inabarcable. Por ello tal vez sea interesante comenzar a bucear por el fondo, que es donde suelen encontrarse los tesoros.

Si quieres conocer la poesía de Almudena, Latidos de Brocado es su blog personal.

 

Bosphorus Póster

 

Entrevista: Marcos.

 Syllabus is the young Spanish school for the people who  Spanish

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