CURSOS DE ESPAÑOL LOW COST. ¿DE VERDAD MERECEN LA PENA?

 

Cuando llega a nuestros oídos la expresión «low cost» nos pueden pasar dos cosas: nos alegramos porque vamos a ahorrar unos euretes o desconfiamos porque no hay manera de entender la supuesta oferta.

Los nuevos tiempos han cambiado la manera de entender la economía. Hasta aquí todo claro. Si en los ochenta lo más in que te podía pasar era tener un Modigliani colgado encima de la bañera para maravillar a las visitas y pasmarlas ante el desembolso, hoy el crack presume de haber encontrado El chollo en el outlet online.

 

«CUANDO SE TRATA DE UNA INVERSIÓN DE VALOR A LARGO PLAZO, EL LOW COST SUENA A CONSEJO DEL HORÓSCOPO».

Pero no, nuestros gustos no han cambiado tanto. Han cambiado el número de billetes y la táctica de compra, además, ¿a quién le importa tener cinco centímetros menos de espacio entre asiento y asiento cuando volamos a una capital europea? Sólo son dos horas de «ensardinamiento» y estás pagando la mitad. Casi todos compramos ese billete. Pero cuando se trata de una inversión de valor a largo plazo, bien sea tu casa soñada, un reloj o una apuesta de corte académico, (que también es una inversión) el low cost -con todo el respeto hacia los astrólogos- suena a consejo del horóscopo.

 

ESPAÑOL LOW COST, ¿PERO A QUÉ PRECIO?

Si a nuestro alcance están las vacaciones y los restaurantes low cost, ¿por qué no los cursos de español? ¿Por qué no un súper programa insultántemente barato que lo incluya todo? Sí, pero no.

Ninguna empresa nace con la intención de tener pérdidas, solo por esto deberíamos desconfiar de los milagros idiomáticos, aunque lo más razonable sea comparar precios y preguntar exactamente que nos vamos a encontrar en la escuela. Si es insultántemente barata, la motivación de la empresa o no es económica, o recibe subvenciones o los alumnos llegan en peregrinación como si fuera la final de la Champions. Bienvenidas las tres. Pero si la ganga lingüística no tiene estos síntomas, precaución.

La sorpresa te la encuentras en cuanto desenvuelves el regalo: clases de una hora que duran cuarenta minutos; alumnos hacinados en dormitorios con literas; familias de acogida que cocinan macarrones con ketchup en modo non-stop; profesores becarios sin experiencia (y sin sueldo) desmotivados… y como colofón del viaje, la excursión estrella: un paseo por la orilla del río.

Esto no es una exageración, existe por desgracia en España. Por desgracia para aquellos alumnos y sus padres que encontraron un curso de español low cost a tiempo completo con todas las consecuencias, es decir, carísimo. La pérdida es doble cuando se trata de formación unida al turismo idiomático porque tanto las vacaciones como el aprendizaje suspenden.

Es cierto -no todo va a ser negativo- que los modelos de negocio low cost son eficientes en época de «vacas flacas» o cuando lo que se busca es un servicio que ofrezca lo básico, al fin y al cabo la clave de esta filosofía comercial busca ahorrar en los costes de producción ofreciendo productos aceptables.

 

LO BUENO HAY QUE PAGARLO

También pulula por el panorama de la «inmersión lingüística auténtica en España» los anti low cost. No quieren ser de bajo presupuesto -por aquello de la magnitud académica- sino todo lo contrario, así que te lo cobran bien cobrado porque como dicen las modelos de L’Oreal «yo lo valgo». ¿Lo valen? Se puede justificar en casos contados como los cursos a medida para ejecutivos, pero ese perfil en España supone un porcentaje pequeñísimo.

«¡Lo bueno hay que pagarlo!» dicen algunos, pero a veces no tanto, y sigue siendo bueno, ¿por qué? Por una cuestión de competencia empresarial y de principios.

Existen programas de español que no inflan los precios ni los recortan recortando calidad. Algo así como un low cost solo en el precio, sin cojear en lo fundamental. Syllabus lo sabe y se esfuerza por ofrecer excelencia a todos los niveles: académico, extraescolar y en el alojamiento.

Lo barato sale caro y lo caro a veces está de más.

Y ahora me acuerdo de aquel Modigliani, lo mal que le tendrían que sentar los vapores de la ducha…

 

Syllabus is the young Spanish school for the peolple who Spanish.

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