La lingüística del surfing

surfing

Surfing. Poesía en movimiento.

 

La vida consiste en una sucesión de secuencias. Un teatro móvil del que somos actores y espectadores. Un proceso continuo de eventos en el tiempo y en el espacio y que al igual que las palabras y las olas, vienen y se van.

Lingüístico, ca:

  1. adj. De la lingüística o relativo a esta ciencia: geografía lingüística.
  2. Relativo a la lengua o al lenguaje: problema lingüístico.
  3. f. Ciencia que estudia el lenguaje y las lenguas.
  4. lingüística aplicada Rama de la lingüística que trata los problemas que el lenguaje plantea como medio de relación social, especialmente de los que se refieren a la enseñanza de idiomas.
  5. lingüística general Estudio teórico del lenguaje que se ocupa de métodos de investigación y de cuestiones comunes a las diversas lenguas.

Surfing:

  1. (voz i.) m. SURF.

surfing‘ aparece también en las siguientes entradas: wind surfing

 

Como ocurre tantas veces, la inspiración nos sorprende cuando menos la buscamos. Esta original reflexión se gestó in situ, en el mar o la mar como la llaman los pescadores, mientras esperaba a que llegase la siguiente serie de olas.

Y es que pocas cosas sientan tan bien después de un día de trabajo como una sesión de surf al atardecer, solo o acompañado de un puñado de amigos conscientes todos de la enorme suerte de poder estar ahí. Atentos y contemplativos, en pie de guerra y con la cara iluminada por la felicidad. Sintiéndonos unos elegidos por poder cabalgar a lomos de los eternos ecos líquidos con los que nos obsequia Neptuno.

Así fue hace dos días. Mientras esperaba a que llegara la serie -el periodo entre olas era alto y venían de tres en tres- comencé a preparar mentalmente la clase del día siguiente. Es increíble la cantidad de tareas, algunas domésticas, que se pueden organizar durante esos minutos de inactividad física momentánea (estado de espera y concentración ausente con la vista fijada en la línea del fondo) pero no mental. El tiempo se vuelve elástico y la inmensidad del océano favorece la meditación y la creatividad.

Los espacios entre ola y ola se agrandaban y la adrenalina fruto de las circunstancias potenció el resto del trabajo: comencé a jugar con una idea , a sobreponer dos conceptos tan dispares como próximos. Cuando quise darme cuenta había creado todo un mar de paralelismos entre las secuencias líquidas y las secuencias sintácticas. A pesar de su distancia formal conseguí no solo acercar el surfing a la lingüística sino que se dieran la mano.

¿Cómo?

Una oración sintáctica es una secuencia en la que encontramos distintos elementos que la conforman ayudándose entre sí y dando sentido al conjunto. Tiene un principio y un fin.

Una ola es una secuencia líquida temporal en la que se distinguen distintas secciones o fases imposibles de entenderse de manera aislada.

El asunto tiene cierta simetría. Imagínate que pudiéramos dividir la pared de una ola sintácticamente según su intensidad e importancia, así:

Los chicos eufóricos        rogaron        más viento         a Eolo        para surfear         toda la tarde

                S                       V                      CD                    CI                    CCF                     CCT

Sujeto: sobre quien recae la «responsabilidad» de la oración. Pudiendo realizarla, padecerla, presidirla o ser elíptico. Es el primer atisbo de la ola que comienza a elevarse (o no) hasta dirigirnos al verbo. El despegue.

Verbo: esta categoría léxica expresa acción, movimiento y predicación. Está en sincronía temporal con el sujeto y los complementos aportando significado al conjunto. Es el motor que define el recorrido en la pared de la ola. La estructura decisiva cuya consistencia abre el camino a sus complementos.

Complemento directo: es la «sección» de la oración que concreta y limita el significado del verbo y su extensión. Lo identificamos con el tramo de continuidad de la ola que precisa y aclara el verbo-motor. Ese impulso veloz que nos sorprende para bien y completa a la perfección el recorrido.

Complemento indirecto: conocido tradicionalmente como el beneficiario por la acción del sujeto. El verbo actúa de forma indirecta sobre él «rescatándonos» información. En el contexto líquido lo defino como una vuelta al punto de partida en cuanto a forma en un momento menos enérgico.

Complemento circunstancial: la línea de la ola tiene sus circunstancias (finalidad, tiempo, modo, lugar, causa) y matices. Momentos lentos, acelerados, abruptos, de mayor o menor intensidad. Son acontecimientos colaterales específicos que dan sentido y redondean la cabalgada. Por ejemplo, un día de viento offshore es tan favorable para la forma de una ola como un complemento circunstancial enunciando que alguien ha ganado la lotería.

La sección, altura y grado de complicidad de las olas será proporcional a las características de la oración.

Lo sé, lo sé. No me he olvidado de los más forofos de la lengua española para los que hay disponible una versión Premium de Lingüística del surfing. Esta versión, mas pro, establece las similitudes entre las maniobras que realiza el surfista (remar, take off, re-entry, tubo (hola Kelly) o bottom turn) y los elementos que componen el análisis en árbol sintáctico.

A partir de esta ensoñación «salitrolingüística» podríamos postular que…

1. Si una ola es una oración simple y la oración simple se caracteriza por tener un verbo, una serie de olas serían oraciones compuestas.

2. La modalidad manifiesta la actitud del hablante. El modo subjuntivo expresa dudas, posibilidades, deseos o irrealidad. ¿Fácil de imaginar no?

3. ¿Cómo nos «hablaría» una ola imperativa negativa? Tal vez con un «¡no vayas, no te lances!»

4. ¿Oraciones subordinadas en forma de agua? Los surfistas lo saben, dos olas pueden confluir en una pero siempre hay una que «manda». La pregunta es, ¿Cómo distinguimos una ola adjetiva de una relativa? Resumiendo mucho y para no aburrirte, las relativas tienen mayor capacidad de improbabilidad. Mejor rema las sustantivas que se parecen más a la oración-ola principal.

5. La Yuxtaposición líquida. Ejemplo: «es tarde; salgamos del agua». Ambas tienen sentido y son comprensibles de manera aislada. No están enlazadas, una sigue a la otra.

6. Nos quedan las coordinadas, oraciones conectadas por conjunciones. Sintácticamente independientes y con sentido propio. En estado líquido se entenderían como olas consecutivas que no llegan a fusionarse (subordinadas). Habrá tantas olas como oraciones.

Una imperativa negativa

Dos mundos tan dispares con una matemática similar compartiendo elementos visibles e invisibles. De rango según su importancia. Categorías y subcategorías. Diferencias diatópicas (geográficas), diastráticas (sociales) y diafásicas (estilísticas).

Trato de buscar sentido a lo que acabo de pensar. ¿Es esto posible? ¿Deformación profesional? Retrocedo en el tiempo hacia mis años de Universidad y repaso mentalmente los apuntes del primer año de Filología Inglesa, año 1º, asignatura Lengua Española (espero que si mis antiguos profesores leen esto y no les gusta no me hagan devolverles el título) y como resultado reconozco el valor de crear equivalencias y del potencial que la imagen y el ejemplo aportan en la enseñanza.

Se hizo de noche, salimos del agua y entre risas y despedidas cada uno siguió su camino. Yo pensando en la siguiente clase de gramática que prometía ser muy original.

 

Syllabus te enseña español con una estrategia didáctica original. Conócenos en www.syllabus.es 

Improve your linguistic immersion. 5 things that you didn’t know.

linguistic immersion

 

Article in English/ Spanish

We know that the ideal way for your Spanish language level (your target language) to succeed is by linguistic immersion. What do you know about linguistic immersion? You will be able to say that your getaway was a success if you optimize your chances by living with a host family, making Spanish friends, visiting some typical/ historic sites, speaking Spanish and avoiding as much as possible your own mother tongue. Perfect, but  there is still room for improvement, that’s why throughout these lines I’d like to improve your cultural expectations. Here you have a little help!

One simple strategy to help you achieve your goals abroad is motivation. The science of motivation when learning a second language makes a big difference. A motivated learner might want to step to a higher language level because he has fallen in love with someone who speaks only the language you want to learn and not yours. Or someone who is planning to start again from scratch in another country and needs to understand the language and local customs. Or  a couple who might want their children to learn a second language. Maybe the motivated ones are just aware of the cognitive and social advantages of being bilingual and develop that extra interest.

When someone «dives into the idiomatic sea of distant countries«, normally feels an affinity for it, he wants to know people who speak that language, see how they live and live that life as well. To be part of their culture, politics, music, nightlife, history… there are as many reasons as individuals.

Take your time and explore your aptitudes through an open mind to motivate yourself (and even the others) and think about how good is going to be to master a new language.

 

The dynamic and contagious motivation leads us to its counterpart. The autopilot version of language learning: flow to speak fluently.

Have you ever been sat on the train, in a coffee or even in the supermarket queue to experience that kind of temporarily absence in which you are half down here and half (or totally) up in the stratosphere? Me too. Even in that situations your mind is receiving external stimuli -luckily for the daydreamer- codified in your target language.

If you have plenty of time abroad or you are not in a hurry (I understand this is not the case for everybody) maybe you’d like to let yourself go and enjoy things just as they come, I mean, to try to be as much receptive as you can to all that happens around you without «turning the machine on». Fill and soak yourself with the world around you. We believe that learning a language has to be something attractive and enjoyable. This «slow food» vision of language learning pays attention to the little details in the student’s daily life: what you can see in a shop window or read in magazines, the conversations and radio stations you listen to, the galleries you visit or the concerts you go.

Language is everywhere and you don’t have to go running to trap it. Let the pieces of the language jigsaw puzzle put together by showing interest, not pressure, because they will finally be part of «your» dictionary and therefore of your speech.

 

Think like us. This fact has to do with interculturality rather than personality.

International students will experience differences between Spanish culture and theirs. At Syllabus we believe that cultures have to be including, that is to say, they (their citizens) must help and make it easy to the newcomer. The «host»,  if I may put it like that, has it easier than the «guest», understandably, but the guest who is going to perceive all that contrasts, has to do an effort to understand and respect the values, norms, beliefs, laws, rules, gender roles and status of the country of destination.

When in doubt, place yourself in the position of the local and imagine what he would do in that particular «tricky situation». They will appreciate it and it will score points on your behalf.

Interculturality is about interaction and respect. It enriches culture and creativity and puts the best of one’s culture into another.

 

Perhaps one day you look back and think to yourself: I came to improve my Spanish because I wanted to get the DELE certificate and it has been four years since I landed here. That’s because you are happily trapped.

This situation is fairly typical, partly because you might have found a better life than the one you left behind or because this country – which you probably knew little about – surprised you so much that you couldn’t help to keep on exploring it.

If you have experienced this natural long-lasting attraction for the unknown country when travelled abroad, you already know about the three first items above which make this phenomenon the most enviable way of being happily immersed in the language.

From a practical social and linguistic view, there are rare few who don’t end up sounding just like native speakers and living an authentic local life.

 

Ah! and don’t forget to enjoy it. In a way this is just another game where learning languages doesn’t necessarily have to be a boring difficult task. The world of education has changed completely in the last two decades turning its obsolete methods into real and practical activity. Classrooms haven’t got four walls anymore, they are now the extension that surrounds you 24 hours a day and specially during the class time where you are the main character willing to acquire knowledge.

Make it funny. We know that the brain assimilates information faster and better when we are in a good mood.

 

Syllabus is the young Spanish school for the people who Spanish

Mejora tu inmersión lingüística. 5 cosas que no sabías.

inmersión lingüística

 

Artículo en Español/ Inglés

Sabemos que la aproximación ideal para que el español -tu lengua meta-  triunfe, es la inmersión lingüística. ¿Qué sabes sobre la inmersión lingüística? Podrás decir que tu escapada fue un éxito si optimizas tus posibilidades viviendo con una familia de acogida, haciendo amigos españoles, visitando lugares típicos, hablando español y evitando en lo posible tu propia lengua, perfecto, pero todo es mejorable siempre, por eso te dedico estas líneas que quizá mejoren tus expectativas. ¡Ahí te va una pequeña ayuda!

Una estrategia sencilla para lograr que consigas tus objetivos fuera es la motivación. La ciencia de la motivación al aprender una segunda lengua tiene mucho que contar. Un estudiante motivado podría querer subir de nivel en el idioma porque se ha enamorado de alguien que habla solo la lengua que quieres aprender y no la tuya. O alguien que quiere empezar desde cero en otro país y necesita comprender la lengua y costumbres locales. O una pareja que pudiera querer que sus hijos aprendieran un segundo idioma. Quizá los motivados simplemente sean conscientes de las ventajas sociales y cognitivas de ser bilingüe y desarrollan ese esfuerzo extra.

Cuando alguien «se sumerge en el mar de expresiones de los países de ultramar«, por lo normal siente una afinidad por ello, quiere conocer gente que hable ese idioma, ver cómo viven y vivir esa vida también. Ser parte de su cultura, política, música, vida nocturna, historia… hay tantas razones como individuos.

Tómate tu tiempo para explorar tus aptitudes con una actitud abierta para motivarte (y por qué no a los demás también) y piensa en lo bueno que va a ser dominar una nueva lengua.

 

La contagiosa y dinámica motivación nos lleva a su polo opuesto. La versión en piloto automático del aprendizaje de idiomas: fluye para hablar con fluidez.

¿Has estado alguna vez sentado en el tren, en un café o incluso en la cola del supermercado y has experimentado esa especie de ausencia temporal en la que estás mitad aquí abajo y mitad (o totalmente) en la estratosfera? Yo también. Incluso en esas situaciones tu mente está recibiendo estímulos externos – por suerte para los soñadores despiertos – codificados en tu lengua meta.

Si en el extranjero vas sobrado de tiempo o no tienes prisas (comprendo que no es el caso de todo el mundo), quizá quieras dejarte llevar y disfrutar de las cosas tal y como vienen, quiero decir, ser todo lo receptivo que puedas con lo que sucede a tu alrededor sin «encender la máquina». Llénate y empápate con el mundo que te rodea. Defendemos la idea de que aprender un idioma tiene que ser algo divertido y atractivo. Esta visión de aprender un lenguaje tipo «slow food» pone su atención en los pequeños detalles de la vida del estudiante lo que ves en un escaparate o lees en revistas, las conversaciones y emisoras de radio que escuchas o las galerías que visitas o conciertos a los que vas.

El lenguaje está en todas partes y no tienes que correr para atraparlo. Deja que las piezas del puzzle del lenguaje se junten mostrando interés, no presión porque al final estarán en «tu» diccionario y por tanto en tus palabras.

 

Piensa como nosotros. Esto tiene que ver con la interculturalidad y no con la personalidad.

Los estudiantes internacionales experimentarán diferencias entre la cultura española y la suya.

En Syllabus creemos que las culturas tienen que ser incluyentes, es decir, ellas (sus ciudadanos) deben ayudar y ponérselo fácil al recién llegado. El «anfitrión», si se me permite la expresión, lo tiene más fácil que el «invitado», es comprensible, pero el invitado que será quien capte todos esos contrastes, tiene que hacer un esfuerzo por entender y respetar los valores, normas, creencias, leyes, reglas, roles de género y condición del país de destino.

Ante la duda, ponte en las circunstancias del lugareño e imagina lo que haría en esa supuesta «situación difícil». Lo apreciarán y sumará puntos a tu favor.

La interculturalidad trata sobre la interacción y el respeto. Enriquece la cultura y la creatividad y pone lo mejor de una cultura dentro de otra.

 

Quizá un día mires hacia atrás y pienses para tus adentros: vine para mejorar mi español porque quería sacarme el DELE y ya han pasado cuatro años desde que aterricé aquí. Eso es porque estás felizmente atrapado.

Esta situación es bastante típica, en parte porque podrías haber encontrado una vida mejor que la que dejaste atrás o porque este país -del que probablemente sabías poco- te sorprendió tanto que no pudiste dejar de explorarlo

Si has experimentado esta atracción natural de larga duración por el país desconocido cuando viajaste fuera, ya conoces los tres primeros puntos mencionados arriba que hacen que este fenómeno sea la forma más envidiable de estar felizmente inmerso en la lengua.

Desde un punto de vista práctico en lo social y lingüístico, hay pocos que no terminan hablando como los nativos y viviendo una auténtica vida de ciudadano local.

 

¡Ah! Y que no se nos olvide disfrutarlo. En cierto modo esto no es más que otro juego donde aprender idiomas no tiene por qué ser una tarea difícil y aburrida. El mundo de la educación ha cambiado completamente en las últimas dos décadas convirtiendo sus anticuados métodos en actividad auténtica y práctica. Las aulas ya no tienen cuatro paredes, ahora son la extensión que te rodea durante 24 horas al día y especialmente durante el horario lectivo donde tú eres el protagonista dispuesto a adquirir conocimiento.

Hazlo divertido. Sabemos que el cerebro asimila la información mejor y más rápido cuando estamos de buen humor.

 

Syllabus is the young Spanish school for the people who Spanish

Un menú variado de expresiones

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Nuestra cultura popular hace milagros con el habla. Si además tenemos en cuenta que la comida es creativa, habitual  y estimulante,  no tiene que extrañarnos que el lenguaje esté  trufado de las más variopintas expresiones dispuestas a comerse el mundo.

¿Cuánto tardaría un extranjero con un nivel medio de español, recién llegado a España y sentado en un restaurante en darse cuenta de que la carta sobre estas líneas es una broma?

Si hay un país que ha sabido «cocinar» como ningún otro toda una cultura culinario-expresiva, ése es España. La relación de expresiones españolas que directa o indirectamente están  relacionadas con la gastronomía y los productos comestibles es tan extensa como ingeniosa. Algunos de estos modismos son fáciles de descifrar atendiendo a su contexto, como en más largo que un día sin pan o está como un queso o es un bombón pero ¿a quién se le ocurriría pensar que de uvas a brevas significa muy de vez en cuando o que estar más tieso que la mojama equivale a estar sin un céntimo?

El vino, el pan, la repostería,  la fruta, el pescado, los embutidos, la carne, los dulces, las legumbres, las verduras, las especias, los lácteos,  ¿me dejo alguno? A medida que fluyen estas palabras  me doy cuenta de que la pirámide nutricional alimenta de manera  enriquecedora  nuestro léxico, o para no perder el hilo del artículo, se sale del plato.

Nos  interesa a parte de su significado, conocer la etimología de este conjunto de expresiones y de términos  ya que supone  el mapa que resuelve el misterio.  Misterio para nuestros alumnos y también para nosotros los docentes.  Es natural que queramos saber el porqué, el de dónde, el cuándo y el cómo usar estas expresiones, es curiosidad  pura e interés por enriquecer nuestro lenguaje e ir más allá. ¿Alguien sabe por qué  arroz con mango, como dicen en Cuba, significa desorden o por qué el que corta el bacalao es el que manda?  Fíjate en el siguiente ejemplo. El sustantivo  «leche» tiene mucho potencial fuera de la nevera, en el discurso cotidiano:

Ir a toda leche («to go full milk»). Significa ir muy rápido. Ejemplo:  siempre camina a toda leche  cuando algo le interesa.

¡La leche! («the milk»). Se puede traducir como ¡madre mía!  Si nos referimos a una persona y dependiendo del contexto puede significar eres el mejor, el peor, un artista, un temerario, un idiota, alguien maravilloso, un «maestro»… Ejemplo: ¡tío eres la leche! Vaya ocurrencias tienes…

¿Qué leches…? («What milks…?). ¿Qué demonios…? o también  ¿Qué coño…? Ejemplo: ¿Qué leches pasa con nuestra selección de futbol?

La leche de («the milk of»). Significa mucho/muchos de algo. Ejemplo: este verano vienen la leche de grupos británicos al festival.

¡Esto es la leche! («this is the milk»). Cuando algo nos parece muy intenso, importante o espectacular decimos que es la leche. Ejemplo: el temporal arrasó la bahía. Fue la leche.

Y por último, estar de /tener mala leche («to have bad milk»). Estar/ tener  mal humor, estar enfadado o tener» mala idea». También utilizamos con el mismo significado tener mala uva («to have bad grape»).

Me gustaría deciros que este artículo surgió a partir de la duda de un alumno. Quería saber por qué a los ladrones se les llama «chorizos«, cual era la conexión. Tuve que documentarme para poder responderle con criterio: el término chori proviene directamente del caló, lengua utilizada por el pueblo gitano para referirse a lo relacionado con el acto de robar, a partir de ahí el español transformó la palabra en algo más conocido.

Espero que nuestro antiguo alumno haya aprendido muchas  más expresiones, o ya que estoy en plan «cocinita» debería decir que las haya aprendido como churros.

 

Syllabus, la escuela joven de español para los amantes del español te ofrece un programa de aprendizaje y de actividades único en Santander, España. Las clases de español se complementan con cursos de surf, equitación, vela, cata de vinos, turismo rural, taller de cocina española (¡cómo no!) y todas las experiencias que hacen que la lengua y cultura españolas estén vivas.

Syllabus, the young Spanish school for Spanish lovers offers you a unique, activity-packed Spanish language learning program on-location in Santander, Spain. Language  instruction is complemented with surfing lessons, horse riding, sailing,  wine tasting, rural excursions, Spanish cuisine workshops (of course!) and all the other experiences that make Spanish language and culture come alive. 

Conciencia para enseñar a aprender mejor.

AprendizajeEsUnTesoro

 

A Ana G. Medialdea no hay quien la pare. Es una suerte contar con ella para el artículo de esta semana, lo sabemos. Apasionada de la playa y ex- deportista profesional, Ana supo con acierto dar un giro a su vida cuando decidió crear C-ARE hace solo tres años logrando en este tiempo una posición aventajada en la escena del «coaching» nacional y destacando como formadora y comunicadora. Su escrito plantea, sitúa y desvela en una misma ecuación términos tan inseparables como necesarios: docencia, aprendizaje, liderazgo, desarrollo personal, confianza o conocimiento.

¡Gracias!

Enseñar y Aprender, dos palabras simples pero no sencillas.

Profesor y Alumno, un equipo de cuya cohesión, conexión y confianza va a depender en gran medida el éxito o el fracaso del proceso de aprendizaje.

Inteligencia Emocional o mejor dicho, desarrollo personal o mejor aún conciencia, algo así como la clave no sólo para llevar el aprendizaje a su máxima expresión, sino también para aprender@vivir@prendiendo y gozar de una vida más plena.

Desde mi punto de vista, enseñar y aprender son posiblemente dos de los aspectos que más influyen y determinan el grado de desarrollo de una sociedad. De ahí que vea desde mi retina, piense desde mi mente y sienta desde mi corazón que la docencia en su sentido más amplio debería ser, y confío que así es en la mayoría de los casos, algo vocacional, admirable y de una responsabilidad incalculable por la repercusión que tiene en el Ser Humano y, en consecuencia, en la sociedad.

Como Coach profesional y formadora, una de las responsabilidades y tareas más importantes que tengo hacia mi misma y muy especialmente hacia cada uno de mis clientes es estar presente con conciencia durante las sesiones de Coaching y las clases, de forma que pueda practicar una escucha activa de lo que me están diciendo pero sobre todo de lo que no me están diciendo y desde ese lugar, desde esa escucha que va más allá de las palabras, plantear preguntas poderosas que lleven a mis clientes a descubrir por ellos mismos.

Tal vez por lo anterior y por el hecho de que Coaching y aprendizaje están íntimamente relacionados, así como por el hecho de que la esencia del Coaching tiene mucho que ver con el “qué”, el “para qué” y el “cómo” nos metemos en materia planteando preguntas y ofreciendo respuestas.

La primera de ellas sería ¿Qué diferencia “enseñar” y “enseñar a aprender”?.
A simple vista la respuesta podría ser un “nada porque no hay diferencia”.

Es entendible porque el matiz es tan sutil que puede pasar desapercibido si no ejercitamos esa conciencia que nombraré en más de una ocasión, por ser la “clave” para que nuestros alumnos nos recuerden como alguien que de alguna forma marcó sus vidas en sentido positivo.

Ese matiz es que enseñar a aprender conlleva una energía de libertad y confianza plena en el Ser Humano. Concretamente, ¿qué quiero decir con esto?

Quiero decir que como profesores entregamos al alumno unos conocimientos pero partiendo de una confianza plena en sus enormes capacidades, le damos la libertad para descubrir y decidir “su cómo”. Es decir, la forma en la que va a integrar esos conocimientos que le estamos aportando ó lo que es lo mismo, la libertad de ejercer la forma en la que aprende.

Otro aspecto que no debemos olvidar si realmente queremos enseñar a aprender es poner nuestro foco en que ese aprendizaje sea fundamentalmente experiencial y desde el disfrute. Ya lo dijo Confucio hace 2500 años: “Dímelo y lo olvidaré. Enséñamelo y quizás lo recuerde. Házmelo vivir y aprenderé”.

La segunda de nuestras preguntas sería, ¿Para qué enseñar a aprender mejor?.
Para algo tan grandioso como es contribuir a crear una sociedad mejor con personas más formadas intelectualmente pero sobre todo más seguras de sí mismas, más motivadas, con más capacidad de liderazgo, con más claridad a la hora dar sentido a sus vidas, con una mayor capacidad de gestionar sus emociones y la de los demás. En definitiva, una sociedad con personas más felices.

Es por ello por lo que tengo el pleno convencimiento de que la educación y la formación son la mejor herencia que podemos dejar a niños y jóvenes. Ellos son los adultos de mañana y pueden crear un mundo mejor.

La tercera y última de nuestras preguntas sería, ¿Cómo enseñar a aprender mejor?.
La respuesta a esta cuestión me daría para escribir un libro. Mientras llega ese momento voy a dar unas pinceladas básicas.

Existen dos premisas fundamentales. La primera es que “toda persona es única” y la segunda es que “todo empieza en uno mismo”.

Por tanto si queremos enseñar a aprender mejor es absolutamente necesario hacerlo desde la inteligencia emocional o como decía antes, desde nuestro desarrollo personal y más concretamente, desde nuestra toma de conciencia de quienes somos para posteriormente poder tomar conciencia de quienes son nuestros alumnos.

La explicación es sencilla: para enseñar a aprender mejor es necesario transmitir a nuestros alumnos una gran dosis de motivación, transmitirles que confiamos en ellos, que los valoramos por lo que son, que son capaces de conseguir lo que se propongan y que el resultado de ese aprendizaje va a ser positivo para ellos.

Lo anterior unido a la primera premisa que dice que toda persona es única, significa que no podemos hacerlo tratando a todos nuestros alumnos por igual porque cada uno tiene unas necesidades, una forma de aprender, una forma de procesar, una forma de crear, una forma de motivarse y una forma de comunicarse. En definitiva, cada uno tiene su quién.

Por tanto, como profesores tenemos que ser capaces de ver y conocer a nuestros alumnos más allá de lo que se ve a simple vista, pero eso sólo es posible si primero hemos hecho ese trabajo con nosotros mismos, porque recuerda que “todo empieza en uno mismo”. Eso es la inteligencia emocional, el desarrollo personal y la conciencia: hacer un viaje a nuestro interior para conocernos, para confiar en nosotros, para valorarnos, para conocer nuestras fortalezas y potenciarlas, para conocer nuestras debilidades y minimizarlas y para gestionar nuestras emociones. Sólo así podremos conocer a nuestros alumnos, confiar en ellos, valorarlos, ayudarles tanto a maximizar sus fortalezas como a minimizar sus debilidades y gestionar sus emociones. Y desde ahí construir ese tándem profesor-alumno cohesionado y exitoso.

Un líder con mayúsculas es la persona capaz de inspirar y asociar a los demás a un sueño, a un objetivo, a una meta, a un proyecto, a una acción y sobre todo a un aprendizaje. Por eso y por el valor añadido que aporta a las personas y a la sociedad, “un profesor es un líder con mayúsculas”.

Gracias de corazón a todos los profesores que cada día contribuyen a un mundo mejor.
Gracias a ti por dedicarme tu tiempo.
Y por supuesto, gracias a Syllabus por enseñar a aprender mejor desde la conciencia de quién es y cuál es su para qué.

¡ENTRE TODOS PODEMOS CO-CREAR UNA COMUNICAD EDUCATIVA TRANSFORMADORA PARA UN MUNDO MEJOR!

Cariño, ¡espánglame por favor!

Spanglish me!

Darling, Spanglish me please!

 

Article in Spanish/ English

 

Se ha quedado en mi memoria y al recordarlo siempre termino sonriendo. Hace unas semanas  en la londinense estación de tren Victoria,  escuché una conversación que eclipsó el resto de los sonidos que allí dentro se cruzaban. Recuerdo esto:

-Honey, ¿qué tren cogemos?

-I dont know, tienes tú la dirección del hotel, right?

-No, pensé que la tenías tú… but don’t worry, creo que la guardé en mi cel phone.

-Ok ok, lo único (pausa) I need wifi my darling.

Una pareja de recién casados miamenses conversaba en lo que parecía el inicio de su periplo lunamielero europeo. La gracia estaba en su vocabulario fresco y original. Una mezcla alegre de español e inglés. Es lo que llamamos «espanglish».

¿De dónde viene el espanglish?

El inglés y el español -o los anglicismos y el léxico castellano- han tenido sus momentos de coexistencia a lo largo de la historia, pero fue en el siglo XX con la llegada de los puertorriqueños a los guetos en Nueva York, los mexicanos asentándose en Texas y California y los cubanos en Florida cuando se gestó la base del Spanglish. Desde los años sesenta el fenómeno se ha manifestado libremente en gran parte de la población hispanohablante, convirtiendo este nuevo conjunto de códigos en algo natural y duradero como se puede apreciar en el cine, literatura, arte, televisión o internet.

¿Creatividad o aberración lingüística?

La fusión de diferentes culturas influye directamente en su pureza lingüística, eso lo sabemos. A partir de esta evidencia, los que lo defienden hablan de destreza lingüística y de un fenómeno tan original como veloz dentro de la cultura hispánica. Una evolución natural o como decía Bob Dylan «It’s life and life only». Sus detractores (puristas de la lengua), tienen claro que es una intrusión del inglés dentro del español que «atonta y ensucia el idioma». Una lengua híbrida con carácter marginal y sin esencia en la que interfieren a la par voces inglesas y españolas, lo cual, dicen, supone un peligro para la dignidad de la lengua española.

¿Te imaginas El Quijote comenzando así?:

«In un placete de La Mancha of which nombre no quiero remembrearme, vivía, not so long ago, uno de esos gentlemen who always tienen una lanza in the rack, una buckler antigua, a skinny caballo y un grayhound para el chase.»

Yo tampoco. Llegar a leer este tipo de cosas en el futuro comprometería el buen uso de nuestra lengua, si queremos divertirnos mejor nos quedamos con esto.

A los que les interese esta variante cultural y quieran pasar un rato agradable, les recomiendo la película Spanglish, que en clave de comedia refleja este fenómeno social protagonista en las vidas de tantos hispanohablantes.

Después de lo dicho, voy a «coger un break» antes de escribir el siguiente artículo…

 

Abrazos.

 

Darling, Spanglish me please!

 

It has remained in my memory and every time I think of it I end up smiling. A few weeks ago at Victoria London station, I listened to a conversation that eclipsed the rest of the sounds crossing inside the place. I remember this:

Honey, ¿qué tren cogemos?

-I dont know, tienes tú la dirección del hotel, right?

-No, pensé que la tenías tú… but don’t worry, creo que la guardé en mi cel phone.

-Ok ok, lo único (pause) I need wifi my darling.

A newly married couple from Miami was speaking