Danza y comunicación: baila primero. Piensa después.

Anamarga durante una actuación

 

¿Cuánto conoces sobre los beneficios de la danza y la música? ¿Sabías que lenguaje y danza están en un mismo plano? Anamarga, una de las referencias actuales  más importantes de la danza en España, nos desvela en este artículo las conexiones que existen entre danza, música, lenguaje, aprendizaje y educación.

BAILA PRIMERO. PIENSA DESPUÉS. ES EL ORDEN NATURAL. Lo dijo Samuel Beckett y no puedo estar más de acuerdo.
Mi experiencia es la danza flamenca.

Que disfrutemos de la música es algo que ha traído de cabeza a científicos y biólogos, porque a simple vista parece que es algo que no tiene importancia. Entonces,

¿por qué bailamos y cantamos?

¿Por qué tocamos instrumentos?

¿Por qué vamos a conciertos?

¿Por qué el ser humano desde hace miles y miles de años destina energía y recursos a esta actividad?

La respuesta no es sencilla y tiene que ver con las leyes de la selección natural, simplemente nos gusta porque obtenemos beneficios físicos y psíquicos y nos produce un inmenso placer. Activa el sistema límbico y baña nuestro cerebro de endorfinas, las mismas hormonas que generamos cuando le damos un beso apasionado a alguien o nos comemos un buen trozo de tarta de chocolate, y es más, cuando cantamos y bailamos en grupo en un concierto, esa misma hormona nos ayuda a establecer lazos sociales y nos conecta, por lo tanto es parte de nuestra supervivencia.

La música está presente en todas las culturas desde hace miles de años y los científicos creen que podría haberse desarrollado como una forma de comunicación sencilla y natural anterior al lenguaje verbal, mas complejo por su sintaxis y reglas. De hecho, hay varias teorías que argumentan que la danza nació antes que el lenguaje a juzgar por las pinturas rupestres prehistóricas halladas en distintas zonas.

Desde que nacemos venimos preparados de serie para aprender patrones y estructuras. Gracias a la imitación y a la repetición aprendemos también a hablar, y esto hace que la música sea música. Pero además está la emoción, la música y la danza se procesan en regiones del cerebro asociadas a los sentimientos y a la memoria, de ahí que una melodía pueda generarnos desesperación o euforia, que pueda llevarnos a la mas profunda tristeza o alegría o recordarnos un momento de la infancia.
Cuando escuchamos o tocamos música, cuando bailamos, se activan múltiples áreas de nuestro cerebro, la parte del cerebro responsable del pensamiento racional se encarga de aprender lo que es la música.

Lo que la ciencia ha puesto de manifiesto es que hay dos grandes enseñanzas que sacamos de la música y de la danza:

1º Es el medio de comunicación que favorece las relaciones sociales, permite que la gente esté al lado unas de otras, imitándose, hablándose, y lo más importante conectando y comunicándose.
2º La música y la danza desarrollan la capacidad de planificar y de controlar tareas distintas que se ejecutan simultáneamente. Ayudan a mantenerte concentrado, y sin embargo todo esto ocurre mientras disfrutamos, solos o en compañía… es maravilloso.

Todos sabemos que las artes en general no forman parte de las conocidas como materias troncales, muy al contrario de lo que la neurociencia está demostrando desde hace ya algunos años. La danza no forma parte de los currículos de la formación primaria o secundaria. En primaria la música puede que en la nueva Ley de Educación desaparezca, y las artes plásticas están cada vez más arrinconadas, a pesar de que estamos rodeados de arte. A la larga esto trae consecuencias, la música y la danza aportan beneficios que duran toda nuestra vida a partir de una edad temprana y conducen a una mayor habilidad intelectual fuera de la música y la danza, o sea, sirve para todo. ¿Os preguntareis si eso ha sido probado? Las personas han sido capaces de mostrar diferencias claras en la memoria operativa que es la capacidad de recordar cosas, en una manera de usarla a corto plazo, mientras estas pensando, haciendo cálculos y planificando.

En definitiva, podemos beneficiarnos de lo que la danza y la música nos enseña en nuestro trabajo, en nuestra vida privada, solos, en pareja o en grupo.

¿Alguien se imagina la vida sin arte? Yo no.

 

Hipster mira que cosas

 

Valle Inclán

Ramón del Valle-Inclán se reveló literariamente a su manera

 

Los hipsters son narcisistas y estetas hasta la médula. Este selecto grupo adorador de los gustos superiores tiene como todas las tribus urbanas sus referencias musicales, literarias, cinematográficas y artísticas en general. Víctor Lenore explora esta subcultura aparentemente rebelde en su reciente libro Indies, hipsters y gafapastas , y con ojo crítico disecciona el fenómeno en tendencia cuyo nombre, hipster, se acuñó en la Norteamérica de los 40 para referirse a los aficionados al jazz y a un estilo de vida que Jack kerouac enseñó al mundo en su obra de culto En el camino.

La sociedad «multitendencia» en la que todos pululamos está bien. Es divertida, productiva comercialmente y muchas veces absurda intelectualmente. Es experta en favorecer bonitos envoltorios en pos de resultados que a veces carecen de auténtica calidad. Algo así ocurre con toda esta efervescencia cultureta de nueva hornada en la que los nuevos abanderados de lo in lucen barbas escrupulosamente recortadas y gafas de pasta de anticuario.

No tengo nada en contra de esta contracultura autocomplaciente, valga la redundancia, aunque a veces tengo la sensación de que invierte más horas de vuelo frente al espejo que en la librería, y no será porque no se haya creado toda una pseudoindustria preocupada por saciar sus supuestas exquisiteces intelectuales. ¿Hipsterismo tal vez?

Tanto si eres español como si no, un soberano consumidor de lo vintage o un miembro de cualquier otro clan social conocido, aquí te dejo 3 salvavidas para actualizar tu discurso y para que no puedan decir que tu impecable trabajo de estilismo no encontró el respaldo cultural que se merecía.

Imagínate, vas con tus superpintas acompañado de tus amigos a ver una reposición de Lost in translation (Sofia Coppola, 2003), título alabado por todo hipster que se precie, y como has leído este artículo puedes explicarles que… el cine hipster como tal no existe, aunque si un cine independiente alejado de productoras y estudios importantes en continua expansión con una posición cada vez más definida internacionalmente. Añades después dos títulos «fetén» españoles muy recientes: La herida (Fernando Franco 2013), es una demoledora historia valiente y sin adornos que le sirvió a su actriz protagonista para ganar el premio Goya. Por otro lado la elegante, minimalista y cadente Stockholm (Rodrigo Sorogoyen, 2013) un largometraje fundamental para estar al día de nuestro cine. Premiada y mimada en su realización, tiene que estar en tu próxima tertulia cinéfila.

El paso de los años tiene el poder de convertir en gran reserva, para los modernos, títulos que en absoluto fueron concebidos para ello. De acuerdo que Un perro andaluz  siempre será ultra moderna, sin embargo trabajos como Peppermint Frappé (Carlos Saura, 1967) sorprenderá a más de un interesado por la cultura española contemporánea. Inquietante y eufórica, no por tener casi 50 años se ha vuelto inútil, todo lo contrario, es un gran complemento cultural.

La Bicicleta es un cycle café estupendo situado en el madrileño barrio de Malasaña donde no hace mucho, surgió entre un grupo de forofos de las dos ruedas una avivada discusión musical. Queríamos ponernos de acuerdo en quienes eran los adalides sonoros escogidos por el colectivo hip del panorama patrio. Si The Smiths representan el movimiento a nivel internacional, ¿a quiénes tenemos nosotros? ¿Cuáles son los grupos españoles para estar en la onda? Después de mucho pedaleo retórico, el Tour terminó con la siguiente clasificación:

1. Los Planetas

2. Vetusta Morla

3.Lori Meyers

4.Supersubmarina

A parte de la generación beat, la literatura urbana y postmoderna (nunca la mainstream) es la preferida por la tribu de marras. Roberto Bolaño lo consiguió con 2666su obra póstuma. Pero pocas cosas pueden ser tan cool dentro de la esfera hipster como conocer los méritos de escritores de la talla de Ramón María del Valle Inclán. Alguien que quiera diferenciarse del resto por sus conocimientos literarios españoles, debe de saber que Luces de Bohemia, una de sus obras más importantes, supuso la cima de un nuevo género teatral, el esperpento, una visión crítica, deformada y grotesca de la realidad que acontecía en el Madrid de los años 20. Narrada con un lenguaje atrevido y actual, la obra siempre está de moda y no ha dejado de representarse. Además, alguien que escribió un libro titulado Los cuernos de don friolera no puede ser aburrido.

Valle Inclán recomendaría su obra al mejor de los hipsters, no tengo la menor duda.

 

 

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FIN

Syllabus is the young Spanish school for the people who Spanish

El misterio de educar en el arte

Claudia Iza en tu taller de pintura.

Claudia Iza en tu taller de pintura.

 

Es propio de los buenos profesores (y todo un arte) que quieran estimular el potencial creativo de sus alumnos para que fuera de las normas, puedan encontrar su propio camino y crecer desarrollando una identidad. La diseñadora y profesora de pintura Claudia Iza nos recuerda con esta anécdota vivida en primera persona, que no solamente los alumnos aprenden de los profesores. 

En el exterior de mi estudio la lluvia cae con fuerza, insistente y casi musical, mientras, me preparo un té calentito… ummmm. Es un ritual dejarme caer en mi sillón amarillo y esperar de mi última obra, que me hablen  sus pinceladas prusianas y desmedidas que a veces  me complacen y otras me agotan. Por suerte suelo retornar de ese estado por la atención que reclaman mis alumnos.

Es sabido que la comunicación eficaz entre alumnos y profesor empieza por una acertada metodología de enseñanza. En mi caso el mundo de las palabras se transforma en un lenguaje plástico apropiado para cada alumno y su obra.

En una ocasión Arielle, alumna curiosa y decidida, me pregunta: ¿cómo puedo expresar rabia y furia en esta zona de mi pintura?

Le digo yo…vaya…a ver Arielle (pausa), observa  tu pintura y ¡prepárate para la furia! Mezcla, por ejemplo, en tu paleta, amarillo cadmio con carmín de garanza o amarillo con azul cobalto, amarillo con gris de payne, el amarillo es el más voluble, pierde su carácter y se convierte en un crisol de emociones.

OK, dice Arielle, entoces, ¿cuánto de amarillo y de carmín? porque sé que el violeta es  5 partes de azul y 2 de rojo y el marrón 2 de azul, 2 de amarillo y 1 de rojo…(silencio)

ya, le digo, déjate llevar Arielle, dale una oportunidad a tu cerebro, deja que desconecte de lo académico y viva este episodio de colores desordenados en tu lienzo.

Ahhh, umm, (silencio), me mira, (pausa) a continuación observa su pintura y sin pestañear estampa  la paleta de colores en el lienzo, como si fuera una tarta que acaba en un rostro, la gira una y otra vez con rabia y fuerza,  para exhausta y dice ¡uauuu!

Y yo apelo a un Goya anciano, me acuerdo de una litografía de su álbum de Burdeos que se titula “Aún aprendo”.

 

Syllabus es la escuela joven para la gente que ama el español y su mundo. Sigue nuestro blog y disfruta de artículos de interés cultural.

 

El lenguaje en el viaje.

viajar es aprender

El lenguaje es el vehículo que te hará rodar con seguridad en cualquier país.

 

Están muy de moda las citas trotamunderas, aconsejadoras e inspiradoras de sabiduría asociadas al concepto de viaje como experiencia de vida. Todo pensador, escritor o artista que se precie tiene una que además se puede leer en una fotografía vintage. Es algo viral en la red.

Me quedo con estas:

Para viajar lejos, no hay mejor nave que un libro. Emily Dickinson.

El fascismo se cura leyendo y el racismo se cura viajando. Unamuno.

El que emplea demasiado tiempo en viajar, acaba por tornarse extranjero en su propio país. René Descartes.

El que no viaja, no conoce el valor de los hombres. Proverbio árabe.

El que busca la verdad corre el riesgo de encontrarla. Isabel Allende.

Dentro de veinte años lamentarás más las cosas que no hiciste que las que hiciste. Así que suelta amarras y abandona el puerto seguro. Atrapa los vientos en tus velas. Explora. Sueña. Descubre. Mark Twain.

No está en ningún mapa. Los lugares verdaderos nunca lo están. Herman Melville.

Sin embargo, echo de menos en las citas que he encontrado algo fundamental e intrínseco en cualquier viaje o aventura. El concepto de lenguaje. La R.A.E lo define así. Sin él, la comunicación retrocede al paleolítico (perdona si este enlace te distrae del texto y se te hace largo pero no he encontrado el de Raquel Welch), aunque sobre esto habrá opiniones, ya que podemos comunicarnos sin hablar.

Se pueden escribir ríos de tinta sobre los beneficios estrictamente lingüísticos de dominar la lengua de destino para el viajero, aunque poco se ha dicho sobre la experiencia emocional que se destila como resultado de dicha competencia lingüística.

Por ejemplo, en tu ansia de explorar nuevas culturas decides aprender español. Viajas a España, Estados Unidos o Sudamérica para dominar el idioma en vivo y llega un momento en el que ya no es tan importante si estás frente a las ruinas de Machu Picchu o en la Catedral de León, España. Entonces te das cuenta de que ya no solo hablas, te comunicas y resuelves situaciones, sino que empiezas a entender como ellos. Captas pequeños matices (distintas formas de decir lo mismo en una misma lengua o largos y elocuentes silencios como ocurre en algunos países de Sudamérica) que trascienden lo puramente conversacional, lees entre líneas lo que oyes y te sientes más que realizado.

Cuando tu lengua madre y tu lengua meta comparten esa aproximación, esos detalles, sabes que ha merecido la pena, que no va a haber una vuelta atrás y que estás rodando en la mejor parte del viaje idiomático.

Un vistazo a la inmersión lingüística. Parte 2

 

linguistic immersion

Si vas, lo sabrás.

 

Article in Spanish/ English.

Las aficiones que aparecen en nuestra vida cuando menos lo esperamos tienen un extra de emoción. Si además suceden en el ámbito del aprendizaje de una segunda lengua, el desafío y la recompensa por lo aprendido se dispara.

Un término que ha llegado para quedarse. La «inmersión lingüística» se ha convertido en pocos años en vocablo de moda. Google me dice que existen 445.000 entradas para un concepto que cada vez se lee y se oye más y no sólo entre profesionales y aprendices de idiomas. Es normal, se entiende a la primera que consiste en empaparse de la cultura y lengua meta deseadas para extraer el máximo conocimiento de ambas y alcanzar así el bilingüismo.

El motivo de estas líneas es animar, a primerizos sobre todo y a los que se lo piensan demasiado, a descubrir la realidad del lenguaje en su estado puro, por ello, si el primer artículo abordaba el salto al destino lingüístico desde «casa» o cómo podíamos preparar el terreno antes de «zambullirnos en el mar de las expresiones de los países de ultramar», esta segunda parte pone su foco en nuestras expectativas, sueños y cosas que nos gusta hacer antes de venir a España a tiro hecho.

Estas tres sugerencias harán que tu escapada española comience mucho antes de subirte al avión:

1. Ahora que sabes a donde quieres ir y dónde vas a estudiar, no está de más que conozcas el lugar de antemano. Nunca ha sido tan fácil como ahora: mapas, distancias, calles, tiendas, plazas, museos, parques, centros comerciales, sitios con WIFI, bancos, transportes… tener localizados los lugares clave te ahorrará el síndrome del trotamundos despistado que pregunta a los locales sin parar con un mapa arrugado en la mano. Te conviene tener controladas tus opciones de ocio para economizar tiempo antes de la «zambullida».

2. Las aficiones de las que hablábamos en el primer artículo las vamos a buscar. Céntrate en algo que te encante y domínalo también «en español». Un apasionado del arte moderno cuando viaja sabe donde están los museos, al igual que el buen gourmet no puede regresar a su país sin degustar la cada vez más influyente cocina española. Parece algo obvio explorar nuestros gustos fuera de nuestras fronteras, pero se puede ir más allá, si lo tuyo es el arte y visitas el museo Guggenheim en Bilbao (nuestra excursión preferida), ¿cuánto podrías contar en español sobre lo que has visto? ¿hasta dónde te sumerges desde el punto de vista léxico y semántico? Piénsalo.

3. Cuando cursé mi Beca Erasmus en Manchester, Inglaterra, recuerdo como un amigo se inventó nada más llegar un estilo de vida que apenas conocía: el kárate. De las sesiones en el gimnasio pasó a tener su «peña karateca» excursiones y eventos incluidos. He sabido que a día de hoy, muchos años después, ha llegado a convertirse en algo así como un «maestro» de las artes marciales. No puedo pensar en aquel chaval sin acordarme de Forrest Gump. Quiero decir con esto que un programa de inmersión puede ser doblemente enriquecedor. Una oportunidad más allá de las reglas gramaticales te puede sorprender…viajas a España para afinar tu segunda lengua y de vuelta a casa traes una guitarra flamenca al hombro. Y todo porque en algún momento te enganchaste al virtuosismo de Paco de Lucía.

Las aficiones que aparecen en nuestra vida cuando menos lo esperamos tienen un extra de emoción. Si además suceden en el ámbito del aprendizaje de una segunda lengua, el desafío y la recompensa por lo aprendido se dispara. A parte de la experiencia, ¿Crees que merece la pena todo ese input lingüístico nuevo?

No quiero terminar de escribir sin agradecer a los chicos de Linguistadores el haber compartido en su blog la primera entrega que un servidor redactó hace 8 meses.

Y si te apetece leer algo más sobre este tema, échale un ojo a este otro artículo:

Que pases un buen día.

 

A quick look at language immersion. Part 2.

«The excitement of taking up new hobbies when we least expect ourselves to do so has an extra touch of emotion. When it happens during the learning context of a second language, the challenge and reward for what we’ve learned shoots up.»

An expression that has come to stay. «Linguistic immersion» has become within a few years a trendy term. Google tells me that there are 445.000 entries for a concept that seems to be more and more read and heard and not only among professionals and language learners. It’s normal, it’s understandable that it is about getting soaked with the desired culture and target language to obtain the maximum knowledge from both to master bilingualism.

The purpose of these lines is to encourage the ones who think about it too much and especially first-time learners to discover language reality in its purest state, for this reason, If the first article moved toward the linguistic destination from «home» or how we could pave the way before «Before diving into the idiomatic sea of distant countries», this second part focuses on our expectations, dreams and things we like doing before coming to Spain directly.

These three suggestions will make your Spanish getaway starts much before you board your flight.

1. Now that you know where you want to go and study, it might be of interest that you gain prior knowledge of the place you are going to. It’s never been as easy as now: maps, distances, streets, shops, squares, museums, public parks, shopping centres, indoor WIFI places, banks, transports… to know where the key places are, will save yourself from the absent-minded globetrotter syndrome characterised by asking the locals nonstop with a crumpled map in your hand. It is convenient to have your leisure options under control to save time before you «dive in».

2. We will look for the hobbies we talked about in the first article. Focus on something that you love and master it «in Spanish» as well. A modern art freak, when he travels, knows where the museums are, just like a good gourmet can’t go back into his country without tasting the increasingly influential Spanish cuisine. It looks obvious to explore our tastes outside our borders, but we can go further, if you are into art and visit the Museum Guggenheim in Bilbao (our favourite excursion), how much would you be able to tell in Spanish about what you’ve seen? How deep will you dive from the lexical and semantic point of view? Think about it.

3. I remember when I went on an Erasmus program in Manchester, England, how a friend soon after his arrival, invented for himself a style of life that he hardly knew: karate. From the gym sessions he joined a «karate group» that included excursions and events. I was told nowadays, many years later, that he has become some kind of martial arts «maestro». When I remember that young lad I cannot help thinking about Forrest Gump. In other words, an immersion programme can have two-fold positive effect. An opportunity beyond grammatical rules can surprise you… you travel to Spain to fine-tune your second language and on your way home you bring a Spanish guitar on your shoulder. All because at some point you got hooked to Paco de Lucía’s virtuosity.

The excitement of taking up new hobbies when we least expect ourselves to do so has an extra touch of emotion. When it happens during the learning context of a second language, the challenge and reward for what we’ve learned shoots up. Apart from the experience, do you think it is worth all that new linguistic input?

I don’t want to stop writing without thanking the guys from Linguistadores to have shared in their blog the first issue I wrote 8 months ago.

If you feel like reading a bit more on this topic, see this article:

Have a great day.

 

Syllabus is the young Spanish school for the people who ♥ Spanish

Lo que cuentan los colores

flores rosas en primavera

Verlo todo de color de rosa es una suerte.

 

Uno de los poetas españoles más destacados, Antonio Machado, describía Soria así: «(…) colinas plateadas, grises alcores, cárdenas roquedas (…)»

Como los españoles somos muy espontáneos y elocuentes al hablar, nuestro lenguaje se beneficia de ello. A más de un estudiante de español le ha llamado la atención el alto contenido cromático que habita en nuestras expresiones: «de noche todos los gatos son pardos»; «ponerse rojo como un tomate»; «pasar la noche en blanco»; «pagar en dinero negro»; «estar muy verde»…

El abanico léxico español en cuanto a colores se refiere es muy amplio, como en «azulado» (de color parecido al azul) o «naranja» (semejante al color del fruto de naranja). El español además cuenta con muchísimos nombres de colores que expresan matices intermedios: «verdemar» (verdoso como el mar) o «azul celeste» (azul muy claro).

Existe en Europa una clara tradición muy arraigada en el pasado que opone el color blanco al negro. Este contraste entre «lo claro» y «lo oscuro» tiene un origen primitivo: el día y la noche. Son expresiones españolas referentes a este doblete «más claro que el agua» (claro y seguro) y «ser la oveja negra» (oveja descarriada. Persona de mala conducta dentro de una comunidad o un grupo).

La oposición semántica entre el blanco y el negro tiene mucha fuerza. El blanco simboliza la pureza, la luz y la inocencia, mientras que el negro el mal, la muerte y los problemas. Fijaos en los ejemplos: «un caballo blanco» (una persona protectora) y «tener la negra» (tener mala suerte). Pero existen excepciones que alteran la norma: «pasar la noche en blanco» (no dormir) o «agujero negro» (cuerpo de extrema densidad y gran atracción gravitatoria en el cosmos).

En España utilizamos la expresión «para gustos se han hecho los colores» porque existen millones de colores y millones de cosas que nos pueden gustar o no. Pero cuando se enfrentan la calidad y los gustos el debate se complica porque ¿qué pasa entonces con el buen gusto entendido de forma universal? ¿Le colgamos un depende? A mi entender siempre ha existido el buen gusto y el mal gusto, las categorías. Un Velázquez o un Goya podrían no gustar a pesar de ser máximos exponentes de la pintura española. Estamos pues oponiendo jerarquías en virtud de una calidad contrastada frente a apreciaciones, estilos y complacencias personales.