Y DE REPENTE NACIÓ UN ESCRITOR. Una charla con Guillermo Córdoba.

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Marcos Villa.
Esta va a ser una entrevista distinta. Lo digo porque el entrevistado, Guillermo Córdoba, es un amigo. Un viejo compinche de la playa de Berria (Cantabria) donde literalmente él vive. No cerca, sino sobre la playa, en un idílico apartamento de los que hay que sacudirse la arena antes de entrar y cuya banda sonora son el mar, las gaviotas y el incesante zumbido de los surfistas entrando y saliendo de la playa. Presento a Guillermo desde aquí -para los que no lo conozcáis- como un fenómeno literario de nueva hornada, aunque para sus lectores hace meses que ese matiz quedó atrás.