Dieta mediterránea

El aceite de oliva es imprescindible en la dieta mediterránea

 

Reciclarse o morir dicen algunos. Pues bien, nuestro escritor invitado de esta semana lo tenía muy claro y supo como convertir su pasión por la cocina en su profesión. Jose Luis Gutiérrez creó hace dos años Mis Deliciosas Comiditas (www.misdeliciosascomiditas.com), una tienda online que ofrece productos delicatessen de Cantabria a nivel europeo. Un valor en alza que algunos ya hemos tenido la suerte de comprobar. A continuación nos dedica unas lineas sobre la dieta mediterránea y sus conocidas virtudes.

Y me pregunto, ¿qué hace un arquitecto de interiores hablando de una dieta saludable?

Después de pasar media vida trabajando en el ámbito de la arquitectura y el mobiliario, llegó un momento en el que hice de mi hobby un medio para ganarme la vida. Con los días he ido comprobando que fué más que una buena idea.

Hace ya unos años mi afición por la cocina hizo que resultara ganador del primer premio de un exitoso concurso de recetas, lo que me animó a crear mi propio blog como un pasatiempo en el que plasmar la creatividad por un camino diametralmente opuesto al diseño. O no tanto, ya que la cocina es también diseño.

Con el tiempo este blog se ha ido complementando con una tienda on-line de productos de Cantabria. Productos saludables, artesanales y validos perfectamente para incluirlos en nuestra dieta mediterránea.

Dieta mediterránea. ¿A qué nos referimos al hablar de dieta mediterránea? Ni más ni menos que a la dieta alimenticia seguida desde la antigüedad en los países bañados por el mar mediterráneo.Unos países en los que el sol es protagonista indiscutible en la vida de su gente y que se hace notar en los alimentos que nos ofrece el campo y las costas de estos países, dotándolos de un colorido que los hace irresistibles.

Pero los verdaderos beneficios de esta dieta van más allá.

Claro que consiste en alimentarse de los productos frescos y de calidad que nos ofrece la cuenca mediterránea, principalmente verduras, frutas, hortalizas, frutos secos y pescado, todo ello cocinado mínimamente utilizando siempre el aceite de oliva virgen como fuente natural de grasa, prescindiendo de grasas animales en la cocina y utilizando al mínimo las carnes rojas.

Pero como digo, va mucho más allá. La llamada dieta mediterránea hace hincapié también en un estilo de vida saludable, el cual siempre, inevitablemente va ligado a la alimentación. En un estilo de vida en el que el ejercicio físico diario, favorecido por el clima templado y soleado,hace muy apetecible la vida al aire libre.

¿Quieres disfrutar de la experiencia? En España la cocina es parte cultural imprescindible y tiene su lugar también en el programa de verano de Syllabus (avisadme cuando hagáis los cursos), una buena ocasión para aprender los secretos y sabores de esta dieta y adentrarte en un mundo de salud y bienestar.

Es pues un compendio de diversos factores, tanto climatológicos, como culturales, técnicas de cocina, que unidos todos ellos nos proporcionan muchos beneficios y hacen que gocemos de una vida mucho más rica, más saludable y más feliz.

Un vistazo a la inmersión lingüística y al aprendizaje online

mujer en piscina

¡No te lo pienses y lánzate!


Article in Spanish/ English

 

He sido siempre un gran defensor de la fórmula “1º gramática y después inmersión” en cualquiera de sus formas y siempre que se pueda cuando se trata de aprender un idioma.

Un previo conocimiento linguístico antes de la llegada al país elegido significa, a parte de un colchón gramatical básico, la tranquilidad y confianza en ti mismo que vas a necesitar ya sea en Berlín, Sevilla, París o Londres.

La mayoría de nosotros antes de zambullirnos en el mar de las expresiones de los países de ultramar, queremos hacer unos largos en la piscina de casa para poder lidiar con las embestidas conversacionales que aparezcan en nuestro camino. Eso es lo ideal, viajar con los deberes hechos, de esta manera verás como las tapas en el Barrio de las Letras de Madrid o una pizza en la plaza italiana Campo di Fiori te sabrán mucho mejor.

Algo tan puramente cultural no se puede separar de la lengua, aunque se sabe que hay barreras (obstáculos como el tiempo o el dinero) que evitan que nos realicemos como hablantes en el país extranjero.

Aquí tienes unos consejos útiles (espero que te ayuden igual que me ayudaron a mi) antes de que hagas el petate:

1. Revistas: tendrás un hobby, seguro, algo sobre lo que te guste leer de vez en cuando. ¡Busca esas revistas en tu lengua meta!

2. En el cine: seguro que lo has intentado y no hay duda de que lo volverás a hacer, porque funciona. El reciente ajetreo de los Oscars es un buen recordatorio de como ver tus títulos preferidos en la lengua extranjera, mejora las 4 destrezas básicas del lenguaje: tu audición y habla y por tanto tu escritura y lectura.

3. La red: navegar y buscar en internet es parte de nuestra vida, admitámoslo: compras, viajes, música, noticias… busquémoslas en español, alemán, chino o inglés para ir familiarizándonos con algo que se ha vuelto esencial.

Por suerte, de entre todas las posibilidades que el sistema de enseñanza ofrece, una muy convincente es la propuesta online de Linguistadores y su visión multifacética para alcanzar la lengua meta.

Todas las opciones son tan válidas como complemetarias, la clave está en la continuidad y en elegir una escuela responsable.

A QUICK LOOK AT LINGUISTIC INMERSION AND ONLINE LEARNING

I’ve always been a great supporter of the “1st grammar and then immersion” formula, in any form, when it comes to learning a language.

A bit of linguistic knowledge prior to arrival in the chosen country means, apart from an essential grammatical cushion, the tranquility and confidence in yourself that you will need in either Berlin, Seville, Paris or London.

Compartir: una explosión.

Palabras que son chispas, déjalas saltar.

Palabras que son chispas, déjalas saltar.

 

Al igual que ocurre con el contenido de las redes sociales, las lenguas se desarrollan y expanden cuanto más se comparten.

 

A muchos de nosotros no se nos ha escapado el hecho de que algo pasa cuando compartimos en internet las «historias» que nos gustan. Pueden llegar incluso a circular con una buena dosis de éxito en función de su calidad y originalidad. En doctrinas como el hinduismo o el budismo el acto de compartir es imprescindible; una «ley» cósmica de retribución trabaja para devolvernos lo que hemos sembrado. Creamos así un motor cuyo combustible es la buena intención y las ganas de avanzar. La teoría del Karma está de vuelta esta vez en forma de bytes.

Cuando compartes contenido con tus contactos de LinkedIn o Facebook (la mitad de los usuarios de internet están en activo en Facebook) o simplemente al tocar el botoncito de «me gusta» se generan unas sinergias que pueden llegar a ser significantes, disparando esas historias de ordenador en ordenador. De ese modo ayudamos a transmitir información y queremos pensar que para bien. Es la cultura de la colaboración, los intercambios «win-win» muy presentes también en el mundo empresarial que ayudan a producir mejores resultados frente a la competencia, el peso se reparte de forma sostenible y ganamos todos.

¿Tenemos una nueva medicina ? Es nueva y es de toda la vida, sólo cambian las herramientas.

Con las palabras pasa lo mismo. Viajan con nosotros de país en país cuando aprendemos un idioma, las tomamos y las prestamos, viajan cuando las escribimos después de haberlas escuchado por los auriculares en forma de canción y al hablar por teléfono. Después de una estancia larga en el extranjero nuestros amigos captan novedades en nuestro habla. En resumidas cuentas, las compartimos, se han compartido siempre, desde que existen los manuscritos, pero nunca, y no me estoy arriesgando mucho al decir esto, como hoy.

Lo más curioso entre el paralelismo palabras y actividad social en internet, es que al comunicarnos todos compartimos. Compartimos incluso sin darnos cuenta: con solo abrir la boca y articular una cadena de sonidos comprensibles estamos cooperando. Somos máquinas de compartir un lenguaje en constante evolución.

La diáspora verbal, cada vez más veloz, brinca de la calle a la televisión y se afianza en el diccionario. Nos acostumbramos rápido a oír cosas como «lo cool que fué hacer flyboard en Ibiza las pasadas vacaciones», el flujo de neologismos, barbarismos y expresiones que vuelan de boca en boca -o mejor dicho de boca en oído- convierten la conversación en una explosión que hace saltar chispas. Nuestro idiolecto se enriquece cuanto más nos comunicamos, compartimos el vocabulario y asimilamos el ajeno. Solo hace falta hablar.

¿Por qué?

Necesitamos comunicarnos para vivir y comunicarnos es compartir.

 

Si te ha gustado lo que has leído, compártelo.

 

Gracias.

Abundancia de trastos

 

You photo genie!

You photo genie!

 

Article in Spanish /English

 

Tan secretamente familiar como fácil de conectar con las palabras de abajo, el título de este artículo lo explica todo de un vistazo.

Desde que formo parte de la industria de la educación y, más en concreto, en los últimos cinco años, me he convertido en lo que se puede llamar un «hombre orquesta electrónico». Es bueno, una ligera sensación de estratega académico emana de todo esto. También es el reflejo cristalino de nuestros días: saber un poco de todo en lugar de ser un erudito en un asunto concreto.

Cantidad de plataformas virtuales nos acompañan desde que comienza hasta que termina el día. La verdad, algunas son una extensión indispensable de nuestra vida laboral o estudiantil y a veces de nuestras manos cuando viven en un Smartphone. Tienen además el poder de edulcorarla y hacerla más fácil. Algunas se lo ponen muy fácil a nuestro público (y al público de nuestro público) para que puedan enterarse de esa escapada de fin de semana a Roma, «selfie» con gladiadores sonrientes en frente del Coliseo incluido; algunas rapidísimas perlas espontáneas de sabiduría. Otras han despertado al geniecillo en nuestras almas convirtiéndonos  en maestros del objetivo para mostrar una «realidad» siempre alegre…

Llenamos nuestras vidas laborales y personales con cada mensaje, «me gusta» y seguimiento, pero que no se nos olviden las posibilidades de aprendizaje interactivo que estas plataformas que también son aparatos ofrecen, o al menos tengo que llamarlas así para este artículo, diseñadas y enfocadas para la evolución de las capacidades del estudiante: blogs que ponen en circulación artículos  nuevos y originales, Skype acercándonos a lugares remotos o webs como Linguistadores que ofrecen a los estudiantes un aprendizaje incluso más personalizado (hola Brittany, hola Jozef, espero que estéis bien). A ese bigote verde tan guay y a estas letras difuminadas de color veraniego en Helvética les espera un largo camino juntos.

Condición sine qua non es que todos estos “trastos” en la educación tienen que servir a los estudiantes para lograr sus objetivos, si no, habremos creado un envoltorio precioso, pero hueco.

→ Quiero romper una lanza en favor de Instagram con este consejo para profesores: etiqueta una #palabra que quieras tener controlada y utilízala a través de la aplicación en una clase práctica con fotos.

 

A SAUCERFUL OF GADGETS

 

As secretly familiar as easy to connect with the words below, the title of this article explains it all at a glance.

Since I entered the education industry and specifically in the last five years, I have become what could be called an «electronic one-man band». It’s nice, it makes me feel a bit like an academic strategist. It is also the crystal clear reflection of the days in which we live: we value knowing a bit about everything rather than being expert in a single subject.

Optimismo

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La bombonería santanderina A Petit alegra la vista y el espíritu

Optimismo
 
  1. 1.
    nombre masculino

    Tendencia a ver y a juzgar las cosas en su aspecto más positivo o más favorable.
    «No oculta su optimismo ante el porvenir de la ciencia».
    antónimos: pesimismo

Si no viene hay que salir a buscarlo porque siempre ayuda.

Los cambios de estación, de ciclo, las nuevas aventuras son la oportunidad perfecta para dejar que nuestras velas se inflen con aire fresco hacia el rumbo escogido. A veces, sin darnos cuenta percibimos estímulos que de manera automática van construyendo un episodio de vida desconocido hasta entonces. Una novedad que contrasta, quizá, con la linealidad obstinadamente monocromática o en el peor de los casos el «volantazo» ha sido fruto de un repetitivo y aburrido SOS, Save Our Souls, en el que estábamos enfrascados.

El cambio de aires puede tener muchas formas pero siempre debe de buscar una versión mejorada de nosotros mismos. Es cada vez más habitual ver como la gente joven, consciente del valor de nuestro tiempo, tomamos decisiones que sumen tanto en lo profesional como en lo personal, un ejemplo de ello está en el llamado turismo idiomático, en el que es igual de importante la experiencia lingüística mas allá de nuestras propias fronteras para continuar aprendiendo como divertirnos y descubrir.

En Syllabus llevamos tiempo defendiendo esta tesis. Las reglas, la matemática del lenguaje están en los libros (y de ahí no se van a mover), también la realidad que nos rodea aparece reflejada en ellos aunque sobre esto habrá opiniones,  pero la experiencia real del aprendizaje está afuera en la calle, en el mercado, en una bombonería, en los bares, en la peluquería (la de cosas que se pueden aprender en una peluquería). ¿Te imaginas lo extraño que resultaría descubrir a través de un libro lo que es una lonja, los sonidos y olores que allí habitan, pudiendo visitarla en una clase práctica?

Se aprende mejor de buen humor y con verdadero interés cuando la materia que se nos presenta nos gusta, nos apetece. Una actitud despierta, receptora y optimista es lo que necesitamos. El optimismo se aprende y se contagia, nos da seguridad y mejora la sociedad. ¡Optimicémoslo!

Marcos.

Spanish: If I could do it over again

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I can’t get the image of that two American girls speaking japanese in an elevator out of my head. Hilarious, yes. In this post, friend and guest blogger Brittany Richardson-Don (Linguistadores), tells us about second opportunities in language learning and how useful they can be,specially  when we have the previous experience of studying abroad having journeyed  that road language before. As she says «Get out there and start living in it!».

In high school I had a choice between Spanish and Japanese. My best friend and I opted for Japanese because – no joke – we imagined it would be more intriguing to see two American girls speaking Japanese in an elevator than speaking Spanish. Spanish seemed ‘common’ and yet I didn’t understand how useful it could be. Neither did any of our instructors take the time to tell us.

 

My one year foreign language requirement consisted primarily of learning two Japanese alphabets and a handful of basic phrases. I was neither encouraged nor personally motivated to continue my foreign language studies. That mid-day class buried within all the other experiences of a 16-year-old girl could have easily been the entire summation of my language learning experience. Fortunately for me, the past 10 years presented more opportunities to enrich my life with other languages and the new worlds they open up. I took the long way around. If I could do it over again, I would have done it differently…

 

There are so many amazing opportunities I wish I had known about when I was younger and when life was a bit more flexible. When I reflect on these, it wasn’t difficult to come up with a scenario which could have made living, working, and traveling abroad much smoother. I hope others can use this as inspiration in order to say ‘I’m glad I did’ rather than ‘I wish I would have’…

 

…chosen Spanish in high school

Besides being increasingly relevant in the United States, where I come from, speaking Spanish would have opened doors all over the world, from Havana to Barcelona to Buenos Aires. Even if Spanish didn’t turn out to be a passion, I would have had a great foundation for other Latin languages.

 

…maintained my level throughout university

When you invest time and energy into something, it’s painful to wake up one day and realize it’s gone. Knowing myself, I wouldn’t want major in Spanish, but I would have kept my proficiency level up with a refresher course or two. Since I went to university in Southern California, I would have taken advantage of volunteer and work opportunities that required Spanish. I would also start immersing myself in Spanish music, shows, media, and culture before I…

 

…studied abroad

I actually did study abroad, but in Italy. Instead of building a foundation in Italian ahead of time, I took courses once there. My lack of experience with Latin languages – and, really, languages at all – prevented me from getting to a point where I could really use Italian. Spanish would have helped with this, but most likely I would have chosen to study in Spain and prepared well before I went.

 

…taken an immersion course

An immersion course like Syllabus offers is an exciting and challenging way to really connect with the language while living there. Based on my experience in Italy, it would have been excellent to get to know the country, the city, the people, before settling in for half a year study abroad. Simple things like trying all sorts of foods, meeting new people, and learning the vocabulary related to things I’m interested in would help me jump-start thinking and communicating about my daily life in Spanish. With more independence and confidence, I would have had an even more rich experience!

 

…stay connected to Spanish culture

My level would probably be pretty good after a half year of speaking Spanish every day. I wouldn’t want it to waste away…but I also wouldn’t want or need ongoing courses. I am always on the go – work, volunteering, cooking, traveling, and, of course, necessary down-time. I don’t have a lot of time for things that aren’t critical, so I would have to find a way to make Spanish a part of my daily life. There are plenty of opportunities for this: getting my news from a Spanish newspaper instead of an English one; dining in authentic tapas bars where I could practice with the staff; watching Spanish movies; and – of course – listening to Latino music. The fact is, whatever I can do in English, I can do in Spanish.

 

Knowing now that I would end up in Europe to live and work, I would have made the most of the opportunities I had while I was young to study, travel, and continue to learn in a way that was sustainable in the long-term.

 

Unfortunately, I can’t go back in time, but I can take these lessons to mind now! I live in the Netherlands and while I didn’t have an immersion program like Syllabus to get me started, I have been trying to live my life in a way that is connected to Dutch culture – I get my news in Dutch, listen to Dutch music, browse recipe websites in Dutch, and have a can’t-miss show. It’s all around me. And since these are things I do for fun, maintaining and improving my Dutch is a nice side-effect to relaxing rather than a dull item on my to-do list.

 

I encourage you to consider every opportunity for growth and learning seriously – and remember that languages belong in the realm of ‘real life’ not locked in the realm of ‘academics’. Get out there and start living in it. Syllabus and Linguistadores are here to help.

Brittany Richardson-Don is what she calls an ‘unlikely language learner’. In 2012 she met two others whose believed that learning a language could be more relevant. Together they founded Linguistadores.com, where authentic news, music, and videos help you improve your proficiency by making the language a part of your daily life. It feels like leisure not study. Check it out.