¿Sueñas en español?

El Principito.

Haz de tu vida un sueño y de tu sueño una realidad. El Principito.

Artículo en español/ inglés.

Los sueños hacen maravillas, también con el lenguaje. Seguro que alguna vez te has preguntado en qué idioma sueñas. Si has conseguido soñar en tu lengua meta, el español por ejemplo, es porque tu competencia lingüística va por buen camino. Tu cerebro ha asumido la nueva lengua como un objetivo y ha comenzado a procesar información en ella.

Estudios demuestran que cuando aprendemos un idioma, comenzamos a pensar en él, por tanto el contenido de nuestros sueños se verá afectado de forma natural por lo que hemos aprendido. El idioma en el que soñemos estará determinado por nuestra situación personal e  inquietudes. Lo más probable es que si te acuestas pensando en sacar a pasear al perro al día siguiente, sueñes en tu lengua materna, en cambio si lo que ocupa tus pensamientos son unas vacaciones por España tendrás más posibilidades de caer en los brazos de Morfeo «en español».

Así que antes de dormirte no te olvides de contar ovejitas… en español.

 

Do you dream in Spanish?

Dreams can do wonders, also with the language. Sure you have asked yourself in which language you dream. If you’ve got to dream in your target language, Spanish for instance, it is because your linguistic competence is already on the right track. Your brain has assumed the new language as an objective and has started to process its information.

Optimismo

IMG_20131130_172222

La bombonería santanderina A Petit alegra la vista y el espíritu

Optimismo
 
  1. 1.
    nombre masculino

    Tendencia a ver y a juzgar las cosas en su aspecto más positivo o más favorable.
    «No oculta su optimismo ante el porvenir de la ciencia».
    antónimos: pesimismo

Si no viene hay que salir a buscarlo porque siempre ayuda.

Los cambios de estación, de ciclo, las nuevas aventuras son la oportunidad perfecta para dejar que nuestras velas se inflen con aire fresco hacia el rumbo escogido. A veces, sin darnos cuenta percibimos estímulos que de manera automática van construyendo un episodio de vida desconocido hasta entonces. Una novedad que contrasta, quizá, con la linealidad obstinadamente monocromática o en el peor de los casos el «volantazo» ha sido fruto de un repetitivo y aburrido SOS, Save Our Souls, en el que estábamos enfrascados.

El cambio de aires puede tener muchas formas pero siempre debe de buscar una versión mejorada de nosotros mismos. Es cada vez más habitual ver como la gente joven, consciente del valor de nuestro tiempo, tomamos decisiones que sumen tanto en lo profesional como en lo personal, un ejemplo de ello está en el llamado turismo idiomático, en el que es igual de importante la experiencia lingüística mas allá de nuestras propias fronteras para continuar aprendiendo como divertirnos y descubrir.

En Syllabus llevamos tiempo defendiendo esta tesis. Las reglas, la matemática del lenguaje están en los libros (y de ahí no se van a mover), también la realidad que nos rodea aparece reflejada en ellos aunque sobre esto habrá opiniones,  pero la experiencia real del aprendizaje está afuera en la calle, en el mercado, en una bombonería, en los bares, en la peluquería (la de cosas que se pueden aprender en una peluquería). ¿Te imaginas lo extraño que resultaría descubrir a través de un libro lo que es una lonja, los sonidos y olores que allí habitan, pudiendo visitarla en una clase práctica?

Se aprende mejor de buen humor y con verdadero interés cuando la materia que se nos presenta nos gusta, nos apetece. Una actitud despierta, receptora y optimista es lo que necesitamos. El optimismo se aprende y se contagia, nos da seguridad y mejora la sociedad. ¡Optimicémoslo!

Marcos.