La pirueta semántica del relator

Imagen: «Las alas del deseo». Wim Wenders.

Los españoles somos afortunados. Tenemos un Gobierno que se preocupa por mejorar nuestro léxico, o al menos debería decir que nos incita a preocuparnos por él, para que podamos hablar con propiedad.

También podría haber sido menos protocolario y empezar con un «no hay mal que por bien no venga» o un «no te acostarás sin aprender una palabra nueva»… y es que con nuestros dirigentes políticos actuales estamos aprendiendo mucho -lingüísticamente, se me entienda-  no lo digo por el fondo pedagógico de su discurso ni por el impulso cualitativo que inyecta en la educación, sino por como avivan la curiosidad del ciudadano animándole a abrir el diccionario.