EL CARÁCTER ESPAÑOL REFLEJADO EN 12 ARTISTAS GENIALES

 

 

No es nada fácil elegir a 12 personalidades enormemente creativas e influyentes de la cultura española del siglo XX. Siempre va a faltar alguien. Y eso es porque España es un país que rebosa arte, imaginación, alegría e inteligencia creativa. Los artistas -con mayúsculas- que vas a encontrar a continuación son una miscelánea de músicos y cantantes, pintores, cineastas y escritores, pero también son el puro reflejo del carácter español presente en su legado, que ya sabemos que es un cóctel bien mezclado de despreocupación, osadía, generosidad, optimismo, sacrificio, lealtad, disfrute de la vida, pero también somos de condición perezosa, contradictoria, rebelde, altisonante y un poco temeraria.

Lo que nadie puede negar, lo que nos diferencia del resto del mundo es la capacidad que tenemos para hacer de la vida un arte, bañando de gozo cada gesto, cada movimiento, transmitiendo esa autenticidad enraizada en nuestra propia naturaleza.

PABLO PICASSO (1881-1973)

Creador infatigable desde su juventud. Hacía lo que quería dentro y fuera de la pintura (su obra es extensísima e innovadora). El autor de Guernica y Las señoritas de Avignon se granjeó cierta reputación de hombre excéntrico y autoritario, cruel y mujeriego (utilizaba a las mujeres como estímulo para crear), pero también fue un español campechano y generoso, cercano a las personas sencillas. Ante todo Picasso fue un experimentador nato, un devorador de vidas y de la vida.

 

 

 
LOLA FLORES (1923-1995)

Personaje clave de la cultura popular española y mito del cante y baile flamenco por excelencia. Practicó un flamenco de masas, no al estilo purista, sino más bien de televisión, orquesta y gran público. Campó a sus anchas, con precisión, por la televisión y revistas sabiendo ofrecer al público exactamente lo que ella quería. En otras palabras, fue la personificación de la inteligencia cañí en España.

La Faraona, como se la conocía, fue una personalidad arrolladora, con un desparpajo y desenvoltura de las que solo se encuentran donde hay baile y alegría. Generosa y echada «palante», Lola era un torbellino de vibraciones positivas. El músico Antonio Carmona la recuerda así:

“Entraba en una habitación y absorbía toda la energía. Tenía un carisma apabullante”.

Pocas artistas han generado tantas anécdotas y episodios curiosos como ella. Recordado por todos fue el lingüísticamente inclasificable «si me queréis, irse» (puedes verlo aquí), locución que forma parte de la cultura kitsch española.

Esta jerezana también permanece en la memoria colectiva por ser la madre del clan Flores: Antonio, Lolita y Rosario.

 

 

 
PEDRO ALMODÓVAR (1949- )

Nuestro cineasta más internacional hasta la fecha después de Luis Buñuel. Con la encantadora y vertiginosa alta comedia de enredo Mujeres al borde de un ataque de nervios  (1988), -película que también mostraba al mundo como preparar un buen gazpacho-, Almodóvar se posicionó como figura fundamental (y de culto para muchos) del séptimo arte, ganando incluso un Óscar con Todo sobre mi madre.

Su filmografía ha ido madurando en distintos estilos, pero mantiene unas constantes que se han conservado intactas: los universos de colores estentóreos, la fusión entre tradición y modernidad, los ambientes underground que propician la transformación de lo masculino en femenino y viceversa, en definitiva, la provocación y la exploración de las relaciones humanas imposibles son marcas registradas del laboratorio Almodóvar.

La obra de Almodóvar es un mosaico variopinto y cuidadamente polémico por el que pululan personajes de toda clase y condición: ciudadanos auténticos en el fondo y exuberantes en la forma que como cualquiera, anhelan cumplir sus sueños.

 

 

 
MARUJA MALLO (1902 -1995)

La vanguardista Maruja Mallo vino a este mundo para hallarse en él en total libertad. La Mallo es una figura que conviene rescatar de cuando en cuando ya que su enorme talento no obtuvo todo el reconocimiento que debiera.

En sí misma era un espectáculo y al igual que Dalí su obra y su persona funcionaban como un todo. No se diferenciaba con claridad donde empezaba y donde terminaba cada cosa. Era extravagante y sabia, transgresora y seductora, especialmente rebelde pero también muy meticulosa y analítica. Frecuentaba los cafés y tertulias, conferencias y exposiciones que alimentaron sus intensas relaciones sociales e intelectuales.

Es obvio que era una mujer muy adelantada a su tiempo. La España de la época no estaba preparada para su iconoclasta vena artística ni para su forma de expresarse, contundente y sin tapujos. No es de extrañar que sus coetáneos más conservadores y creativamente vetustos la percibieran como a una especie de bruja libertaria y blasfema.

Hoy es considerada una de las grandes pintoras surrealistas. Formó parte de aquel mítico grupo de artistas femenino, Las Sinsombrero y se codeó con los grandes de la época: Dalí, Neruda, Magritte, Picasso, Gómez de la Serna, Alberti o Andy Warhol.

 

 

 
FERNANDO FERNÁN GÓMEZ (1921-2007)

Actor, director de cine y de teatro, guionista, escritor y miembro de la Real Academia Española.  Fernán Gómez es uno de los artistas más prolíficos y peculiares del Siglo XX en España, por no decir el más.

Al principio de su carrera aceptaba cualquier trabajo ya que era muy consciente de los vaivenes de la fortuna en su profesión. El miedo a la pobreza estaba siempre al acecho por lo que Fernando supo encontrar un equilibrio entre sus éxitos y fracasos para tener los pies siempre en el suelo.

Le recordamos como un hombre de voz potente, áspera incluso pero franca, algo tímido, furibundo a veces pero excepcionalmente honesto.

 

 

 
LUIS BUÑUEL (1900-1983)

En 1928 Luis Buñuel dirigió junto a su amigo Salvador Dalí Un perro andaluz. La obra volaba por los aires todos los cánones de expresión cinematográfica conocidos hasta la fecha, abriendo el camino del cine surrealista.

Desde pequeño Buñuel recibió una educación religiosa muy estricta, lo que definió su personalidad iconoclasta y austera. La religión es un tema recurrente en casi todas sus películas, hasta el punto de tener cierta obsesión por la vestimenta de los sacerdotes. Sabemos que poco antes de morir pronunció la frase «Soy ateo gracias a Dios».

Buñuel fue muchas cosas en la vida, desde aspirante a boxeo en su juventud a figura idolatrada en México (donde dirigió parte de su obra) pasando por su amistad con los grandes directores norteamericanos: Alfred Hitchcock, John Ford o Billy Wilder, que no lo perdieron de vista en Los Ángeles. Era un hombre lleno de paradojas a las que daba salida en la pantalla con su estilo modesto, huyendo de divismos y modos narcisistas. Pero también fue el creador de algunas de las películas más desgarradoras y crueles de la historia del cine.

Su carácter fetichista y ambiguo propenso al sarcasmo y situaciones jocosas está patente en películas como Viridiana, Nazarín, Belle de Jour o El Discreto Encanto de la Burguesía, y contrasta con el Buñuel recordado como un hombre sencillo, disciplinado, al que no interesaban los lujos ni buscaba la fama y fortuna. El dinero lo quería para que no le faltara de nada a su esposa e hijos, y a sus amigos poder ofrecerles cantina y bebida.

Su amigo el guionista y escritor Jean-Claude Carrière dijo de él en 1994:

«Hay algo totalmente secreto, totalmente clandestino, totalmente desconocido en la personalidad misma de Buñuel, en la parte misma de donde surgió su tema principal, su manera de imaginar. Eso realmente no se puede describir, no se puede decir».

 

 

 
LUZ CASAL (1958-)

Luz Casal es una de las solistas más queridas y de mayor categoría de nuestro país. Se sabe que es una luchadora incansable, buscadora de nuevos desafíos y como artista ha destacado en todos los estilos en los que se ha aventurado, desde el rock and roll hasta las más tristes baladas.

Hemos aprendido a través de su música que es una valiente, y que cuanto más duras son las adversidades que se la presentan más contundente es su victoria.

No puedes perderte estos dos temas: «No me importa nada» y «Piensa en mi«.

 

 

 
JOAQUÍN SABINA (1949- )

Es el cantautor más madrileño y más «canallita» que tenemos. A sus 71 primaveras y veintitantos discos a sus espaldas, no sabemos si ya ha sentado cabeza, lo que sí sabemos es que sus mejores canciones son fruto de la inspiración que sus musas le regalaron.

Al igual que Picasso, Sabina es un seductor nato, un «encantador de serpientes», un maestro del verso que nunca se muerde la lengua. En palabras de su biógrafo Joaquín Carbonell es un artista «gracioso y ocurrente, insólito para el panorama tan sombrío de entonces».

Actualmente estamos a la espera del estreno del biopic televisivo sobre su vida. Pero la mejor biografía de Sabina está en sus propias canciones, el espejo de su vida, donde la eterna mujer-epicentro hace de él un hombre sufrido y pesaroso tan a menudo.

Como despedida esta entrevista intimista en Madrid por los lugares más queridos de Sabina.

 

 

 
LUIS GARCÍA BERLANGA (1921-2010)

Berlanga formó parte de aquel grupo de jóvenes renovadores del cine español junto a Carlos Saura y Juan Antonio Bardem a mediados de los años 50. El llamado NCE (Nuevo Cine Español).

No se puede entender la segunda mitad del siglo XX en España sin su cine. Descubrimos como era la España de mediados del siglo pasado a través de títulos magníficos como Una pareja feliz, El verdugo o Bienvenido Míster Marshall que derrochaban inteligencia, critica social y un agudísimo humor negro.

Fue un cineasta liberal e individualista, especialista en contar cosas sin mostrarlas explícitamente. Transgresor y astuto supo «torear» la omnipresente censura a la que estaba sometida el cine. Visto hoy los dobles sentidos ocultos en los diálogos resultan algo casi infantil, pero en su momento, suponía poder estrenar una película sin que te la recortaran o prohibieran. En El verdugo (1963), toda una declaración contra la pena de muerte y considerada la mejor película española de todos los tiempos, el protagonista es presentado como una víctima de la sociedad en lugar de como un ejecutor. Incluso después de recibir varios cortes de la censura, la película tenía una carga acusadora altísima, especialmente por caricaturizar a la sociedad española.

Las historias de Berlanga muestran personajes entrañables atrapados en situaciones hostiles navegando por un mundo ambiguo. El pesimismo recurrente, la aristocracia decadente, el esperpento y el erotismo son sus señas de identidad.

 

 

 
CARMEN LAFORET (1921-2004)

Hubo un antes y un después de Nada (1944), la novela que catapultó de inmediato a Carmen Laforet al estrellato literario internacional y con la que fue ganadora de la primera edición del Premio Nadal.

Con solo 23 años retrató con trágica belleza la pobreza en todas sus formas de la Barcelona de posguerra. Las miserias que separan y unen a las personas. Los extremos de una sociedad todavía en blanco y negro que ella conoció de primera mano en sus años de universidad:

«¡Cuántos días sin importancia! Los días sin importancia que habían transcurrido desde mi llegada me pesaban encima, cuando arrastraba los pies al volver de la Universidad. Me pesaban como una cuadrada piedra gris en el cerebro.»

Laforet, un referente del feminismo en España, experimentó el viaje contrario al esperado en una novelista de éxito: poco a poco la vida de la mujer independiente, viajera e intelectual se fue tornando misteriosa y huidiza, alejándose de la vida social y las fiestas.

Probablemente no supo gestionar su repentino éxito, a pesar de que su siguiente novela La mujer nueva (1955), obtuvo el Premio Nacional de Literatura. Tampoco ayudaron los altibajos en su vida personal (sentimental y laboral) que potenciaron su inseguridad y atrape. Tristemente este conjunto de circunstancias favorecieron un viaje final hacia la nada.

 

 

 
FRANCISCO UMBRAL (1932-2007)

Es posible que los menos conocedores de la obra de Francisco Umbral hayan oído hablar de aquel episodio televisivo que puso a prueba su paciencia y nos reveló su explosivo carácter: fue invitado a un debate para hablar de su última novela y esto fue lo que pasó.

Más allá de la anécdota, que tiene una lectura muy de actualidad hoy casi 30 años después porque su berrinche en una emisión en horario de máxima audiencia fue consecuencia de pasar por alto, de obviar su aportación a la cultura, Umbral pertenece a esa clase de escritores que empezaron a destacar en la década de los 60 construyendo su identidad entre dos aguas: lo tradicional y lo progresista. Su estilo desenfadado e íntimo escapaba de las formas y esencias pequeño burguesas. Devoto de autores como Lorca, Valle Inclán, Lord Byron, Ramón Gómez de la Serna o Larra que representaban cada uno a su manera la rebeldía y el dandismo que perfilaron su narrativa.

Como tantos otros de su generación, la curiosidad y la dedicación hicieron de su pasión su oficio. Vivió una infancia colmada de escaseces (abandonó el colegio de niño) que contrastan con su estilo algo petulante cuando ya se había consagrado como escritor con éxitos como Mortal y rosa o Las ninfas.

Recordaremos su sempiterno aspecto ataviado con blazer, jersey de cuello alto y prominentes gafas de pasta. También su personalidad sugestiva, irónica, provocadora sin quererlo beneficiada por una sinceridad punzante y aquel aire tan suyo de bon vivant.

Si te has quedado con ganas de profundizar en la naturaleza del escritor, te gustará esta imprescindible entrevista de un joven Umbral en 1975.

 

 

 
SALVADOR DALÍ (1904-1989)

Salvador Dalí fue la deidad surrealista y visionaria por excelencia. El siempre hiperbólico y fingidamente desnortado genio era en sí mismo un espectáculo que sonaba a música celestial.

El artista de ego estratosférico que quería ser inmortal, entre delirio y delirio (sobre todo cuando había una cámara cerca), garantizaba frases lapidarias que rebosaban inteligencia e ingenio yendo más allá de sus dotes artísticas:

 “Seré un genio, y el mundo me admirará. Quizá seré despreciado e incomprendido, pero seré un genio”.

«El canibalismo es una de las manifestaciones más evidentes de la ternura».

«La modestia no es mi especialidad. Dalí solo es bueno porque el resto de pintores son muy malos».

«Cada día soy más antidaliniano. A medida que me admiro más, me encuentro con que soy una real catástrofe».

«La única diferencia entre un loco y Dalí es que Dalí no está loco.»

«Dios es solo otro artista. Como yo».

 

En el show de Dick Cavett explicaba que le llevó a conducir su Rolls Royce cargado con 500 kilos de coliflores hasta la Sorbona; de dónde procedía su inspiración y cuáles eran sus platos preferidos.

La indiscutible extravagancia del pintor, escultor y pensador no ponía límites entre la persona y el personaje. Algo que por estas latitudes nos es familiar porque todos los españoles tenemos una pizca de aquel Dalí exhibicionista, adorablemente delirante y con un afán desmedido por llamar la atención. Es parte de nuestro ADN, queremos pasearnos por el mundo dejando algún tipo de huella. La discreción no es el rasgo predominante del españolito medio.

 

 

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4 thoughts on “EL CARÁCTER ESPAÑOL REFLEJADO EN 12 ARTISTAS GENIALES

  1. ¡Menuda pequeña joya, Marcos! Un repaso precioso, muy bien calibrado – por preciso, y por su capacidad para atrapar al lector – y escrito con un gusto incontestable. No esperaba menos, ¡pero me ha encantado leerlo!

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